El próximo viernes 23 de octubre se estrenará en el país una nueva versión cinematográfica del clásico personaje de la literatura infantil, Pinocho creado por el italiano Carlo Collodi y publicado por primera vez en 1882.
Esta nueva producción alemana, dirigida por la realizadora Anna Justice mezcla la imagen real con la animación 3D para contar una versión mucho más edulcorada, en relación a la historia original, sobre muñeco de madera creado por el carpintero Gepetto que finalmente se convierte en un niño de verdad luego de vivir duras y aleccionadoras experiencias.
Como es de esperase, esta película mantiene los elementos narrativos principales que conducen a las mismas moraleja o enseñanzas, característica de todo cuento infantil, contenidas en la obra de Collodi. En un principio más apegado al original que en otras interpretaciones, todo comienza cuando un personaje distinto a Giepetto se encuentra un trozo de madera que parece tener vida propia.
INOCENCIA PELIGROSA
En este caso, el madero parece buscar al humilde y solitario Giepetto, quien decide emplear el material para hacer un muñeco. El artesano le pone como nombre Pinochio, por el tipo de madera del cual esta hecho: pino. A la mañana siguiente, luego de la intervención del Hada Azul, el muñeco cobra vida sin llegar ser humano.
Como un niño que nace directamente de unos 10 años, Pinochio no tienen conciencia del peligro y mucho menos cuenta con las estructuras morales para distinguir lo bueno de lo malo, en consecuencia tampoco puede determinar quién le miente o quién actúa de mala fe.
Con esas carencias, el protagonista que desea convertirse en un niño de verdad, se deja llevar por mal camino, siempre más atractivo y aparentemente más complaciente y permisivo.
Durante sus aventuras el muñeco de madera casi es quemado por un malvado preadolescente, cae en la tentación de ir al teatro de títeres en lugar de asistir al colegio. Para conseguir el dinero de la entrada al espectáculo vende el libro que pagó Gepetto con su saco. Es secuestrado por el manejador de las marionetas quien resulta ser en el fondo un tipo bueno e incluso le da dinero para que regrese a casa y ayude a su “padre”.
Luego es engañado y robado por una pareja de ladronzuelos que claramente aluden a los personajes del zorro y el gato de la versión original. Luego se deja seducir por otra figura maligna quien lleva a los niños a un lugar maravilloso lleno de dulces y juegos, donde no hay reglas, ni madres, padres, maestras o maestros. Pero a cambio de los placeres las niñas y los niños que no quieren ir a la escuela son convertidos en burros y se venden en el mercado.
Luego de tanto sufrir, Pinocho comienza a buscar el buen camino. Sin embargo las aleccionadoras aventuras continúan cuando sale en busca de Gepetto y lo consigue de manera fantástica en el estómago de una ballena.
Con su nariz que crece cuando dice mentiras, Pinocho hace cosquillas en el paladar del animal y ambos salen expulsados. Finamente, después de aprender las lecciones y adquirir las estructuras morales necesarias para la vida, el Hada Azul convierte al muñeco en un niño de carne y huesos.
CONCIENCIA FEMENINA
De tal manera que, como la audiencia adulta puede esperar, a Pinocho le crece la nariz por mentir, le salen orejas y colas de burro antes de transformarse completamente en este animal y se convierte en un ser humano.
La diferencia más evidente con respecto a las entregas anteriores de esta misma historia es el grillo que representa a la conciencia de Pinocho y l acompaña en todo su recorrido. En la película de Justice, esta conciencia es femenina: se trata de una grilla llamada Coco.
En la original e incluso en la popular película de Disney estrenada en los años 40 del siglo pasado, el grillo es designado por el Hada Azul para que guíe al muñeco de madera. En esta producción, quizás en un esfuerzo por darle un mayor peso al personaje, Coco habita en el madero desde antes de su transformación en muñeco.
“Soy un grillo que vive en la madera y nunca abandona su hogar hasta que consigue pareja”, explica Coco.
La animación no es nada espectacular ni efectista, evidentemente no está hecha para convertirse en una protagonista más de la película. Por el contrario, luce sencilla y sin pretensiones. Sin embargo, los personajes animados logran compenetrase muy bien con sus compañeros y el entorno real.
En cuanto al ritmo, la película de casi 100 minutos mantiene una métrica lenta y regular, seguramente difícil de soportar para menores de 8 años.
FICHA TÉCNICA
País: Alemania.
Género: Fantasía. Duración: 95 min.
Dirección: Anna Justice.
Fotografía: Mathieas Neumann.
Música: Christoph M. Kaiser.
Montaje: Ulrike Leipold Intérpretes: Mario Adorf, Benjamin Sandler, Inka Friedrich, Anke Engelke.
Película basada en una novela de Carlo Collodi (“Pinocho”, Editorial Castalia). Con guión de Anna Justice.