El grupo tiene 18 años sobre los escenarios|Ensamble Acidito renueva la música tradicional y la fusión urbana en su primer disco

El Ensamble Acidito acaba de publicar su primera producción discográfica, titulada Mujer de ojazos negros que come tamarindo. En esta entrega, la agrupación caraqueña ofrece lo mejor de su sonoridad marcada por la música tradicional con fusión urbana y un toque de jazz.

El conjunto -fundado hace 18 años en el seno del Pedagógico de Caracas- está formado por el bajista Ilich Solano, el percusionista Luis Armando Rangel, el cuatrista Wuilmer Jiménez y el flautista Héctor Chiquín.

El sencillo promocional del álbum es una apuesta que fusiona dos temas: “El tamarindo”, del maestro Beto Valderrama y “Muchacha de ojazos negros”, de otro maestro venezolano, Juan Vicente Torrealba. De esta unión, surgió el nombre con el que bautizaron la producción.

“En nuestras presentaciones, normalmente hablamos de un tema y del otro, hasta que llegó el momento de mencionarlo como la “Muchacha de ojazos negros que come tamarindo”, esto causó gracia en el grupo y en el público, y al mismo maestro Beto Valderrama le gustó el nombre, decidimos llamarlo así (el tema) y a la producción”, contó el bajista Ilich Solano.

Luis Armando Rangel explicó que este popurrí lleva “los toques del ensamble”, con la inclusión de ritmos que no necesariamente son venezolanos. En este caso, los joropos de los temas llevan algo de swing.

El segundo promocional, dijo Solano, es una versión de “Viejo soguero”, de Joel Hernández Pérez, que grabaron con la participación especial del cantante Miguel Araujo y de Felipe Blanco en el derbake.

“Originalmente, el tema es un pasaje, y nosotros lo hacemos con aire de onda nueva”, siempre con respeto a la melodía original y el pasaje 3×4, comentó el bajista.

Rangel explicó que aunque el derbake no tiene nada que ver con la música venezolana, “cada instrumento hace un ritmo diferente, pero todo con relación para hacer el tema mucho más interesante por su fusión”.

Por si fuera poco, el disco tiene un “bonus track” de “Viejo soguero” en versión instrumental, en la que la flauta lleva la voz guía.

Los músicos resaltaron que en la producción también incluyeron su versión de “Sr. Jou”, de Pablo Camacaro, que es de común ejecución en ensambles de música venezolana instrumental, con instrumentos académicos y populares. Para esta propuesta se incorporaron algunos sonidos de la música latina a la danza zuliana.

“La música urbana nos influye y hace que la música tradicional suene distinto” porque “es imposible que no tengamos la influencia del resto de la música comercial, popular, académica”, reflexionó Rangel.

El disco se completa con temas como el merengue anónimo “Débora”, “El catire”, de Aldemaro Romero; “Mi merengue”, de Luis Laguna; el choro “Tico-Tico”, de Zequinha de Abreu; “Acidito”, de Adelis Freites; “Moliendo café”, compuesta por Hugo Blanco y la valsa brasilera “O Yoo Da Mosca”, por Jacob Do Bandolin.

TRABAJO DURO

Como muchas otras agrupaciones, el Ensamble Acidito publicó su primera placa discográfica con mucho esfuerzo, de manera independiente y producida por ellos mismos. Aunque el conjunto tiene 18 años de formado, fue hace unos tres años que comenzaron a trabajar con la mánager Yosneidy Albarrán y decidieron “enseriarse” con las presentaciones y la producción.

“A partir de ese trabajo comenzamos a hacer los arreglos, a organizar todo para grabar” y “fuimos nosotros los que decidimos organizarnos para hacer el disco, salir adelante en las redes, hacer publicidad, hacer conciertos”, contó el percusionista.

Para Muchacha de ojazos negros que come tamarindo, los músicos contaron con la ingeniería de sonido de Rafael Carrero y para la propuesta gráfica con Yole Mata.

En los últimos dos años, Ensamble Acidito ha recorrido diversos escenarios de la capital como los teatros del centro de Caracas, así como en otros estados y en la Feria Internacional de Música de Venezuela (Fimven).

Los integrantes del grupo se conocieron inicialmente en el Pedagógico de Caracas, y formaron el ensamble por acompañar a la cantante Betty Rivera, junto al guitarrista Alexander García. Los músicos se presentaban en los festivales de la voz universitaria a escala nacional. Después de varias presentaciones, siempre con el tema de Adelis Freites, “Acidito”, el ensamble comenzó a ser conocido con ese nombre. “Fue algo que no se puedo evitar”, acotó Solano.

Este conjunto -dijeron Solano y Rangel- es heredero de emblemas de la música venezolana como El Cuarteto y Gurrufío. Además, creen que son una plataforma de apoyo para las nuevas generaciones de músicos interesados en la sonoridad nacional.

Por ahora, la agrupación culminó su agenda de presentaciones. El disco se publicó con pocas copias que están prácticamente agotadas. Es más fácil comprarlo en las plataformas digitales Ichamo.com y Fullnota.com.ve.

T/ Várvara Rangel Hill
rangel-v@correodelorinoco.gob.ve
F/ Luis Franco
Caracas