Guerra del Pueblo de Néstor Rivero|Reto económico (Opinión)

La agenda económica del país se diseña en dos escenarios con intereses antagónicos. Uno, el de las fuerzas económicas tradicionales, que históricamente han respondido al propósito desmedido de lucro de los grandes capitales transnacionales, grupos criollos de importadores y alto comercio y quienes década tras década en los últimos 80 años remarcaron el carácter rentista y dependiente de las fuentes de abastecimiento de la Nación, incapaces de «sembrar el petróleo», como reza la célebre expresión de Arturo Uslar Pietri.

Y, el otro escenario, es el de un pueblo y su Gobierno, que persiguen zafar las fuerzas productivas contenidas en el territorio venezolano, atrapadas en las redes succionadoras del rentismo parasitario. Y que entre ensayo y error inició la construcción de soberanía, autoabastecimiento productivo y reequilibrios entre los sectores primario, secundario y terciario de la economía. Ambicioso cometido que requiere para su concreción de sortear varios retos: en primer lugar, la identificación de los sujetos de vocación productiva de la Nación, hoy aprisionados en un marco rentista parasitario y de hondo anclaje en la economía de servicios.

¿La capacidad de poner al país a producir la posee la «gran empresa», el Grupo Polar, las casas importadoras y Dólar Today? ¿Acaso la pequeña y mediana empresa? ¿O con más precisión las Empresas de Propiedad Social (EPS), microempresas familiares, cooperativas y comunas con proyectos productivos?

En segundo lugar, la construcción de un modelo alterno al de la economía dominada por las grandes corporaciones de la globalización en la Venezuela de hoy pasa por tejer alianzas tácticas y estratégicas, internas y foráneas que aseguren el abastecimiento de alimentos para el próximo mes, que haga retroceder las «colas».

El bolivariano es un modelo con adversarios poderosos a escala continental: la derecha y su centro imperial, que recientemente obtuvieron triunfos políticos, en Argentina con Mauricio Macri y en Venezuela con la Asamblea Nacional surgida de los comicios del pasado 6 de diciembre.

Así, se hace impostergable avanzar al menos en alianzas coyunturales y/o temporales, sea con Brasil, China u otra economía externa o, mientras se afirma el aparato endógeno agroalimentario permanente, con factores de distribución que permitan condiciones más favorables en la contrafensiva frente a la guerra económica y el desabastecimiento que aún hoy sigue contra el pueblo.

nestor5030@gmail.com
Caracas