Tanto la gasolina, como la alimentación, es decir, la comida, son esenciales para sostener un país en marcha. La primera proviene del petroleo, sobrante en millones de barriles diarios actualmente y la segunda del campo, faltante de elementos muchos, sin los cuales no se puede sembrar o producir lo necesario para la demanda nuestra actual.
En Venezuela no existe, ni podrá surgir, problema alguno con toda la gasolina o combustible que se requiere. Mas bien el único en el que se tiene años en estudio, ante el temor de explosiones sociales, las ha habido en el pasado, es su precio regalado en nuestras estaciones, tanto la de alto octanaje , como la llamada popular.
Es de sencilla solución su ajuste, simplemente al costo aproximado de su producción nacional, incluyendo el porcentaje de importación. El sostener estudios para fijar el mismo o cierto temor, es algo de no considerar. La propia gente, el país entero, esta consciente de que se debe de aumentar y mas bien aplaudiría, cuando el Gobierno Nacional tome la decisión.Se ha creado conciencia muchos años.
En relación a la producción de alimentos, la intención del Estado de llegar a casi 20 millones de toneladas en este año, realmente es mas complicado y difícil. No es solo el hecho de tener la gente en el campo, por ahora muy deficiente en número, también se trata de tener los elementos, muchos de importación para poder sembrar, cultivar y posteriormente recoger cosechas.
Se estima que de manera urgente se requieren mas de 10 mil tractores para el campo, además de cosechadoras y otros equipos agrícolas. Es mucho el fertilizante faltante, la petroquímica nacional no está en capacidad de producirlo, incluyendo hasta para importar sus materias primas. El equipo de riego es totalmente deficiente.
Por otra parte, debe concluirse que para la otra alimentación posible, rica en proteínas, la del mar, el país no cuenta con una flota pesquera, solo una reducida artesanal que se dedica a vender su producción a buques mas grandes que viajan al exterior.
Es de gran importancia que se tome en cuenta ambos motores esenciales de un país que tiene todas las intensiones soberanas de su progreso independiente y necesario de su maltratada situación económica actual. Señor , bendice nuestra bella Venezuela.