La policía de Macedonia lanzó gases lacrimógenos contra un grupo de 300 refugiados sirios e iraquíes y fueron lastimados varios menores de edad.
Los refugiados intentaban cruzar la valla fronteriza, ubicada entre Grecia y Macedonia, concretamente en el puesto de Idomeni, cuando las fuerzas de seguridad atacaron sin medir consecuencias.
Un testigo expresó a las agencias internacionales, que los policías macedonios arrojaron varias rondas de gases lacrimógenos contra la multitud que derribó una puerta metálica. Los efectivos también lanzaron ataques hacia la vía de ferrocarril, donde los inmigrantes se habían sentado, para impedir su entrada al país.
Mientras que la ONG Médicos Sin Fronteras (MSF) confirmó a través de Twitter el uso de gases lacrimógenos por parte de la Policía macedonia e informó que sus equipos médicos en Idomeni, del lado griego de la frontera, están tratando a niños afectados.
Se estima que unas ocho mil personas están concentradas en Idomeni, una pequeña localidad griega fronteriza con Macedonia, la mayoría de ellos sirios e iraquíes.
Momentos antes, se produjo una aglomeración a lo largo de la frontera, después de que circularan rumores de que las autoridades macedonias la habían abierto, tras varias horas de estar cerrada.
Al menos dos personas se desmayaron durante el ataque de la policía, y el consiguiente uso de gases lacrimógenos, según las imágenes tomadas por las cámaras de televisión de Reuters.