Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP) calificaron de lamentable y preocupante la «racha de asesinatos» de activistas políticos y de derechos humanos en su país.
A través de un comunicado emitido este viernes por la delegación de paz de las FARC-EP, se solicitó al Gobierno colombiano implementar acciones concretas contra el paramilitarismo, que atenta «contra la buena marcha del proceso de paz».
El texto responde al reciente asesinato de los líderes colombianos Marisela Tombe, Klaus Zapata, William Castillo, Alexandre Oime y Milton Escobar, quienes murieron a manos del paramilitarismo.
En el comunicado leído desde La Habana (Cuba) por la insurgente Manuela Marín, se advierte que «si el Establecimiento no combate resueltamente el fenómeno paramilitar, estaría contribuyendo con su indiferencia a configurar la guerra sucia del postconflicto, principal amenaza a nuestra reconciliación».
Asimismo, las FARC-EP citaron las cifras de ataques y agresiones contra activistas colombianos, publicadas por el programa no gubernamental de protección a los protectores de DD.HH. Somos Defensores.
Esta institución reveló que durante el mandato del presidente colombiano Juan Manuel Santos han sido agredidas 2 mil 224 personas, de las cuales al menos 346 fueron asesinadas y otras 16 desaparecidas.
En este contexto, la insurgencia solicitó al Alto Comisionado para la defensa de los Derechos Humanos de la ONU en Colombia, que se tome nota de estos hechos para que sean presentados ante el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.