El Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas (ONU) realizó este lunes una sesión a puertas cerradas dedicada a la situación en Libia, país blanco de acciones militares, aprobadas por un acuerdo adoptado por ese órgano.
La reunión fue convocada por el representante permanente de China ante la ONU, Li Baodong, quien funge como presidente de esa instancia de 15 miembros durante el mes de marzo.
Luego de una hora de discusión, el cónclave decidió continuar el debate el próximo jueves, cuando escuchará un informe del secretario general, Ban Ki-moon, sobre la marcha de los acontecimientos en el país africano.
El foro estudió una solicitud del gobierno de Libia para convocar a una reunión urgente del Consejo de Seguridad tras las acciones militares emprendidas en su contra.
La Cancillería de ese país africano dio a conocer su pedido en un comunicado que denuncia la agresión como una amenaza a la paz y la seguridad internacionales.
En estos momentos la representación diplomática de Libia ante la ONU está marcada por el cese de su antiguo embajador y su adjunto, quienes fueron retirados por Trípoli luego de separarse del gobierno y respaldar los ataques militares contra su propio país.
Sin embargo, el ex representante adjunto, Ibrahim Dabbachi, estuvo en el recinto de la ONU el pasado jueves cuando se debatía la resolución del Consejo de Seguridad, e incluso, hizo declaraciones a la prensa.
Interrogado al respecto este lunes por los corresponsales, el vocero oficial de Naciones Unidas, Martin Nesirky, argumentó que esa presencia obedeció a que Dabbachi contaba con un pase de cortesía para acceder al edificio de la ONU.