El pueblo de Brasil continúa este domingo en las calles del país para manifestarse en favor de la democracia y contra las pretensiones de la derecha de llevar a juicio político a la presidenta Dilma Rousseff, una acción que forma parte de las maniobras de la oposición para ejecutar un Golpe de Estado.
Las manifestaciones se producen en paralelo a las discusiones en la Cámara de Diputados de Brasil para aprobar o no el proceso judicial contra la mandataria.
Desde las afueras del Congreso Nacional miles de ciudadanos, con consignas y pancartas, exigirán que se detenga el proceso a través del cual se pretende destituir a Dilma Rousseff.
Asimismo, se conoció que al lugar también acudirán los brasileños detractores del Gobierno, por lo cual, los grupos serán vigilados por unos cuatro mil agentes y además serán separados por un vallado metálico especialmente construido para la ocasión, llamado el Muro de Brasilia.
La secretaria de Seguridad Pública, Márcia de Alencar, explicó que con este despliegue se pretende controlar la dispersión de los manifestantes a fin de evitar enfrentamientos.
Por su parte. la Federación Nacional de Policías Federales informó este sábado que los extranjeros que participen en actos políticos durante este fin de semana podrán ser detenidos y expulsados del país.
T/Telesur
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