La encuestadora Hinterlaces publicó que según la consulta realizada a un número importante de personas, se evidenció que el 92% de los venezolanos no está de acuerdo con una intervención militar extranjera. En este sentido, destacó que esto refleja un mensaje contundente hacia estas acciones y expresa el sentimiento nacional de resolver los problemas del país sin injerencias externas, a pesar de las dificultades. Asimismo, las y los venezolanos apuestan por una convivencia pacífica y democrática.
El estudio indica que este rechazo se dirige a sectores nacionales e internacionales que buscan derrocar por la fuerza al presidente reelecto Nicolás Maduro Moros.
Este rechazo masivo significa «paz, soberanía y soluciones», premisas dadas por el Mandatario nacional y que se refuerza con el Plan de las Siete Transformaciones (7T), que pretende guardar una coherencia «con nuestro proceso histórico, con la realidad del país, con nuestros sueños y aspiraciones para lograr un país próspero, de bienestar social e igualdad».
«Son 7T para una nueva época de transición al socialismo, que implica la aceleración y profundización de manera armónica en todos los frentes de trabajo, batalla y construcción de una nueva sociedad» y que sirve como base para el desarrollo de la Venezuela Potencia.
El sondeo también concluyó que el 85% de los ciudadanos respalda que quienes promuevan la intervención sean procesados por traición a la patria.
Hinterlaces subrayó que la mayoría de los venezolanos rechazan los llamados a la violencia promovidos por sectores de la ultraderecha. En cambio, la población apuesta por soluciones internas para superar los desafíos del país.
La encuesta se llevó a cabo tras las declaraciones del expresidente colombiano Álvaro Uribe, quien pidió nuevamente una intervención militar contra Venezuela. Uribe afirmó que su propuesta busca «desalojar» al gobierno mediante una acción internacional conjunta con militares sublevados venezolanos.
Estas declaraciones fueron condenadas por las autoridades legítimas de Venezuela, que consideran la propuesta como una amenaza a la estabilidad regional.