Los Juegos Olímpicos de Río prometen convertirse en los más eróticos de la historia, según anticipan sus organizadores que distribuirán 450.000 condones entre los atletas, el triple de los entregados en Londres 2012.
El calor de la «Cidade Maravilhosa» no se compara con el frío londinense y eso animará la vida en la Villa Olímpica, «siempre es bastante movida», confiesan quienes participaron alguna vez de la justa a condición de anonimato a la agencia «Folhapress».
Al comprar 450.000 preservativos, 350.000 masculinos y 100.000 femeninos, los organizadores triplicaron el número distribuido en la pasada edición de los Juegos y quintuplicaron los entregados en los de Sydney 2000.
Tanto el Ministerio de Deportes brasileño como el Comité Olímpico Internacional (COI) desean evitar contagios de enfermedades por vía sexual entre los 15.000 jóvenes deportistas de «alto rendimiento».
Desde los primeros días de agosto (los Juegos se iniciarán el 5 de ese mes), las delegaciones de más de 200 países se alojarán en las torres recien construidas de la Villa Olímpica ubicada en la región de Jacarepaguá, en las afueras de Río de Janeiro.
Parte de los condones fue comprada a una fábrica de Xapuri, localidad que se encuentra en el estado de Acre, en la región Amazónica, fronterizo con Bolivia.
Durante el evento también serán distribuidos miles de preservativos entre los turistas (se espera la llegada de más de un millón de ellos), junto con cartillas elaboradas por el Ministerio de Salud.
Esa cartera y otros organismos iniciaron una campaña contra el abuso sexual de menores, que posiblemente será reforzada con anuncios en radio y televisión similares a las implementadas durante el carnaval.
Junto con esta campaña habrá otra relacionada con la necesidad de utilizar preservativos para impedir el contagio del virus Zika, que asola a Brasil.
Al respecto, la empresa farmacéutica australiana Starpharma comenzó a desarrollar un tipo de condones, revestidos con un gel especial que los hace más eficaces para evitar el contagio de ese virus.
A 76 días de la ceremonia inaugural, el flamante presidente brasileño, Michel Temer, garantizó la realización de los Juegos en diálogo telefónico con el dirigente alemán Thomas Bach, titular del COI.
«Fue una conversación muy positiva, en la cual el presidente Temer reafirmo todos sus compromisos asumidos por el gobierno en relación con los Juegos, incluyendo la seguridad», ilustró el ministro de Deportes, Leonardo Picciani. El nuevo titular de ese ministerio viajó el miércoles a Río de Janeiro junto con su colega de Defensa, Raul Jungmann.
Ambos visitaron el recientemente ampliado aeropuerto internacional Tom Jobim y sobrevolaron las obras del complejo olímpico y la Villa donde se alojarán los deportistas, entrenadores y dirigentes de las delegaciones.
Las obras están concluidas en un «90 por ciento» agregó el ministro Picciani, mientras Jungmann aseguró que serán adoptadas todas las medidas para impedir acciones violentas e hipotéticos ataques terroristas.