En la emocionante, conmovedora e imprescindible película de John Cassavetes, Gloria, (de 1980), la mafia decide aniquilar por completo a una familia de cuatro o cinco miembros, niños incluidos.
Uno de los principales jefes de la mafia, expone a Gloria sus razones: el motivo para el exterminio es que “…interfieren en el negocio”. Y por consiguiente “…es necesario dar un ejemplo contundente”.
Sin aludir a la trama, ni hacer ningún tipo de analogía sobre las situaciones, me quedo sin embargo con la frase. Y la uso para explicar lo siguiente:
El mundo que conocemos es un gran negocio mafioso. Quiero decir, el mundo capitalista. En el pensamiento neoliberal imperante los negocios son las motivaciones principales, los argumentos, las estructuras de soporte del gran aparato desplegado.
Todo lo demás se supedita al poder absoluto que de ello se deriva, incluyendo las filosofías, los valores y las relaciones, que son puestas a su servicio.
Me pongo a pensar y se me ocurre que el contenido de esa frase rotunda y cruel: “interfieren en el negocio”, explica de manera rotunda la brutal guerra contra la Venezuela bolivariana por la voluntad imperial de exterminarla, para borrar de la memoria humana todo lo que ella representa.
Y es que la Venezuela revolucionaria, con su actitud y con su palabra, afecta el negocio.
Y en consecuencia hay que dar un ejemplo con ella, porque no puede consentirse tal impertinencia. La Venezuela chavista es una piedra en el zapato de la marcha controlada del mundo y merece un castigo aleccionador.
Pues su pensamiento a contracorriente atenta contra los intereses dominantes. Su lucha contra la exclusión. Su reclamo de la igualdad de personas, pueblos y naciones.
Su causa humana. Su razón amorosa. Su sentido de la dignidad. Su defensa de un patriotismo profundo y no retórico. Su solidaridad con los pobres del mundo. Sus planteamientos y acciones hacia la construcción de un mundo mejor.
Y como no lo pueden consentir, consideran venir contra nosotros.
Sin embargo, no les va a ser tan fácil. Recordamos al comandante Hugo Chávez junto al Jardín Botánico: “…bastante montaña hay aquí, bastante montaña hay aquí. Yo les voy a decir algo, bastante sabana hay aquí, bastantes islas hay aquí, bastante selva hay aquí, bastante tierra hay aquí. Y saben una cosa, bastante pueblo hay aquí. Y saben otra cosa, bastantes cojones hay aquí. Para defender esta tierra, para defender esta Patria, de cualquier intruso que pretenda venir a humillar la dignidad de esta tierra sagrada de la Venezuela de todos nosotros ¡carajo!. Y saben otra cosa, bastante historia hay aquí, bastante heroísmo hay aquí.”