Con la batalla de Carabobo, el 24 de junio de 1821, se le propinó en tierras venezolanas una derrota de tal magnitud al coloniaje español que éste entró en pesimismo por primera vez después de 300 años porque fue una acción bélica que legitimó ante el mundo la razón de la lucha por la Independencia de Venezuela y América y apuntaló la liberación de la Nueva Granada y la posterior campaña del Sur.
Así lo manifestó el catedrático Manuel Carrero, quien destacó que fue tal el impacto de esta genial batalla, que puso fin a la dominación colonial en Venezuela y (la Gran) Colombia, al dejar herida de muerte la dominación española en América.
El profesor Carrero midió así como la enseñanza patriótica del Libertador le dio a las tropas disciplina, inspiración y razón para la lucha. “Hoy esa tarea sigue siendo necesaria para la formación de revolucionarios conscientes de la faena que tenemos por delante” –expresó.
“No es nada fácil remplazar valores, creencias, costumbres y representaciones simbólicas; es cuestión de tiempo, paciencia y constancia; el escenario histórico de hoy nos dice que vamos por el camino que la razón indica. No es nada fácil, pero es el camino. Para eso también nos sirve la Historia”.
Bolívar lo demostró en Carabobo, la disciplina y acatamiento a las órdenes, paciencia meditada para alcanzar la liberación y la fe razonada sobre las convicciones que impone la realidad, son fundamentales en el trabajo revolucionario -acentuó.
EL MOMENTO HISTÓRICO
Para 1821, las condiciones de triunfo estaban maduras de acuerdo a las tácticas y estrategias planificadas por el Libertador, la causa patriota estaba en punto culminante y “era una necesidad impostergable en el proceso de liberación derrotar al poder realista, no se trataba sólo de Venezuela: en los planes patriotas ya estaba en marcha la creación de Colombia” -subrayó.
El catedrático afirma que desde la toma de Guayana la causa patriota tomó rumbo triunfador. Desglosa los avances: el Congreso de Angostura en 1819 fortalece y da respetabilidad a la lucha por la independencia; la campaña sobre la Nueva Granada dividió a los realistas trazando una línea desde Angostura, los llanos venezolanos y llanos neogranadinos hasta la meseta de Bogotá, partiendo en dos el espacio vital del imperio y en diciembre de 1819 el Congreso dictó la Ley Fundamental de Colombia.
“En plena guerra a muerte, España es obligada a la vía diplomática de negociar con Colombia la firma el Tratado Armisticio y Regularización de la Guerra que le hace reconocer a Colombia como parte beligerante y no como un cuadro de guerrilleros anárquicos y desobedientes al rey”.
Además en España, Portugal, Nápoles y Grecia había revueltas reclamando monarquías constitucionales como la británica, y para completar, en Sevilla, el primer día de 1820 hubo la insurrección de Rafael del Riego y Quiroga, quien debía traer tropas que reforzarían a los ejércitos realistas las cuales finalmente no partieron a América -destacó.
NO SOLO UNA BATALLA
Carrero dice que Carabobo no fue solo una batalla sino el resultado de una campaña ya que “el Libertador planificó con no menos de año y medio o dos años, las marchas de tropas patriotas en los distintos espacios venezolanos mediante operaciones de posicionamiento, simulación de desplazamientos, tácticas de engaño, mensajes falsos en cartas capturadas, operaciones retrógradas, amenazas de ataque, movimientos encubiertos etc.”
Contó que, entre otros movimientos, Cumaná fue puesta bajo asedio por el Coronel Agustín Armario, mientras el General José Francisco Bermúdez partía de Barcelona para Caracas por el camino de Clarines y Guarenas y después de tal distracción se dirigió a La Guaira y Valles del Tuy buscando ruta hacia centro-occidente.
“Se buscaba concentrar fuerzas patriotas en los llanos centro-occidentales hacia el pie de monte andino, mientras las tropas realistas se debilitaban al ser divididas”.
Señaló que Juan Bautista Arismendi debía navegar desde Margarita y desembarcar en Barlovento con el fin de inquietar y debilitar a las tropas realistas de la capital. Como éstas eran fuertes en los llanos occidentales, el Coronel Juan Gómez se mueve desde Barinas hacia Guanare, mientras el Coronel Remigio Ramos iba de la población de Obispos hasta Mijagual para resguardar el movimiento del Coronel Gómez.
“El General Cruz Carrillo cruza de Trujillo por Carora y El Tocuyo, con lo cual Gómez y Carrillo ponían bajo límites al Gobernador y Capitán General de Venezuela, Mariscal Miguel de la Torre, quien hizo replegar sus tropas hasta Araure y San Carlos, tratando de mantener camino abierto a Valencia y Puerto Cabello”.
El plan del Libertador para concentrar el grueso de los ejércitos en los llanos centro-occidentales ponía bajo encierro a los realistas entre Barinas y San Carlos. Páez, por su parte, avanzaría desde Guárico por Calabozo para presionar sobre San Carlos y Valencia.
“Los realistas también se concentraron sobre los espacios de Guanare y San Carlos en el camino a Valencia funcionaba una táctica de “punto y centro” a favor de los patriotas que dominaban la periferia del eje Barinas-Guanare-San Carlos. “De modo que no había escape para los realistas y la batalla planificada tenía la seguridad del triunfo, tal como ocurrió”.