El Papa Francisco proclamó santa a Agnes Gonxha Bojaxhiu, nombre secular de la Madre Teresa de Calcuta, en una ceremonia desarrollada este domingo en la Plaza de San Pedro, ubicada en Roma.
En un acto que tuvo una asistencia de más de 100.000 personas, Francisco cumplió de forma expedita el último paso impuesto por la Iglesia Católica para canonizar a una persona.
«Declaramos y definimos a la beata Teresa de Calcuta santa y la inscribimos en el catálogo de los santos, y establecemos que en toda la Iglesia sea devotamente honrada entre los santos. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén”, estableció el Papa en latín, idioma oficial de la Santa Sede.
Posteriormente, Francisco resaltó que será muy difícil referirse a Teresa de Calcuta como santa, dada su cercanía con millones de personas en el planeta.
«Llevamos en el corazón su sonrisa, y así abrimos un horizonte de esperanza a esta humanidad», expresó Francisco ante la presencia de los miles de feligreses, entre ellos las Hermanas de la Caridad, la congregación fundada por Gonxha Bojaxhiu.
De igual manera, instó a valerse del ejemplo de la Madre Teresa de Calcuta para ampliar el voluntariado y el humanismo en las sociedades.
Con la presencia de varias delegaciones internacionales y algunas personalidades, como el primer ministro de Italia, Matteo Renzi, y la reina Sofía de España, el Papa declaró santa a una de las monjas más reconocidas del mundo.
Agnes Gonxha Bojaxhiu, quien tuvo que pasar grandes dificultades en vida, ya era santa y solo necesitaba la declaración papal, indicó el director del albergue «Hermanos en el camino», padre Alejandro Solalinde Guerra.
«Sufrió enfrentamientos con la realidad más brutal, con la realidad más humana, de ver al ser humano olvidado», expresó el padre en transmisión de teleSUR.
Asimismo, Solalinde Guerra señaló que santidad no corresponde a perfección, por lo cual recordó que la madre «cuestionaba la conciencia, las causas de la pobreza, de la desigualdad».
T/Telesur