Tras una propuesta de la Federación Nacional de los Bancos (Fenaban) de aplicar un reajuste salarial por debajo de la última inflación registrada en el mes de agosto y que además no incida en los cálculos de beneficios laborales, trabajadores de los bancos públicos y privados brasileños acordaron este martes una huelga nacional indefinida en rechazo a la medida y a las políticas neoliberales aplicadas al sector.
Los trabajadores bancarios, que suman alrededor de 512 mil brasileños, rechazaron en una asamblea regional el reajuste del 6,5%, muy por debajo de la inflación prevista de 9,57%.
«Nuestra reivindicación es de por lo menos un 15% de reajuste salarial», señaló el presidente de la Confederación Nacional de los Trabajadores de Empresas de Créditos de Brasil (Contec), Lourenço Prado citado por un despacho de Prensa Latina.
Además los trabajadores bancarios, que conforman la Confederación Nacional de los Trabajadores del Ramo Financeiro (Contraf), exigen que se ponga fin a las metas abusivas, al asedio moral y sexual, y a la tercerización, entre otras demandas.
Con la huelga nacional la fuerza laboral bancaria del país también busca una mayor participación en las ganancias de los bancos, un salario mínimo para el sector de unos 3 mil 930 reales (mil 193,9 dólares), mejoras en el bono de alimentación, acciones para frenar despidos y trabajos precarios en el sector reseña Telesur.
Contrariamente la Fenaban asegura, según reseña la Agencia Brasil, que la propuesta del 6,5% que ellos ofrecen es «capaz de garantizar la satisfacción y el bienestar de los empleados del sector en un momento de dificultades e incertezas en la economía brasileña».
La Contec aseguró que la protesta podría prolongarse por varios días, sin embargo acotó que durante ese tiempo se mantendrán abiertos y abastecidos los cajeros automáticos.
No es primera vez que el sector realiza una huelga para exigir mejora salarial. En el 2015 hubo una protesta similar que se prolongó por 21 días hasta que se realizó un ajuste del 10,0% del salario percibido.
REPRESIONES
Con fuertes protestas el pueblo brasileño también tomó las calles para exigir la salida del presidente encargado Michel Temer y para solicitar elecciones bajo la consigna «directas ya», luego que el senado perpetrara el golpe de Estado contra Dilma Rouseff.
Estas expresiones de decenas de miles de brasileños, según denuncia el Partido de los Trabajadores (PT), fueron reprimidas el domingo 4 de septiembre, por lo que denunciarán ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) dicha violencia por parte de la Policía Militarizada, luego que la fiscalía omitiera los hechos, destaca el diario Página 12.