Este martes se cumple 118 años desde que Estados Unidos (EEUU) convirtió a la isla de Puerto Rico en su colonia, un realidad silenciada en América Latina que no es foco de atención de organismos multilaterales ni figura como un tema relevante en la comunidad internacional.
El 25 de julio del 1898 EEUU invadió la isla con 16.000 soldados para enfrentar al ejército de la corona española que dominaba ese territorio. Tras su derrota, la corona española cedió la isla a EEUU y fue entonces cuando Puerto Rico pasó de ser colonia de la corona español a colonia del imperio norteamericano. El 13 de agosto de ese año el embajador francés Jules Cambon, en nombre del gobierno español, firmó la renuncia de la soberanía sobre Puerto Rico.
El 18 de octubre EEUU se «anexiona» Puerto Rico. El proceso se concretó el 10 de diciembre del mismo año con la firma del Tratado de París y no sería hasta 1917 que el país norteamericano le otorgara el estatus de «Estado Libre Asociado», un eufemismo que muestra al país con aparente libertad pero sin independencia para tomar decisiones políticas soberanas, y muchos menos en el área económica.
Puerto Rico en la actualidad afronta una aguda crisis económica. El gobierno se declaró en quiebra financiera con una deuda de más de 70.000 millones de dólares y no tiene la independencia política, y por ende económica, de tomar decisiones propia para mejorar su economía.
Las autoridades norteamericanas, haciendo caso omiso de la demanda de independencia de pueblo boricua, mantiene la isla subyugada como colonia y estableció hace poco una junta de supervisión fiscal para controlar el presupuesto, reducir la inversión social y fijar regulaciones legales.