Rusia y China han vetado el proyecto de resolución del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU) sobre la situación en la ciudad de Alepo, en norte de Siria.
11 de los miembros del CSNU han apoyado la iniciativa, no obstante, Rusia, China y Venezuela han votado en contra y solo Angola se ha abstenido.
Dicha resolución, redactada por Egipto, España y Nueva Zelanda contemplaba un alto el fuego de siete días para facilitar la llegada de ayuda humanitaria a los civiles atrapados en dicha urbe, además de impulsar el diálogo entre las partes para tratar de llegar a un acuerdo y terminar los combates.
Rusia ha defendido su veto y ha señalado que la votación del CSNU sobre esta resolución debería ser aplazada hasta después de celebrarse una reunión entre expertos rusos y estadounidenses para elaborar un plan para abordar la situación en Alepo.
Asimismo, ha lamentado que los autores de dicha resolución la hayan redactado “bajo presión de otros países” y que no la hayan consultado en un primer lugar con los otros miembros del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.
Anteriormente, el canciller ruso, Serguei Lavrov, había criticado la resolución y había advertido que con su implementación los terroristas se fortalecerían, algo que ha ocurrido durante previos ceses de hostilidades.
“Considerado la manera en que fueron aprobadas las anteriores resoluciones, no tenemos duda de que el alto el fuego de diez días será usado por los extremistas para reagruparse y recuperar fuerza y, de este modo, impedir que el este de Alepo sea liberado”, ha dicho Lavrov.
En las últimas semanas se han recrudecido los enfrentamientos en la parte oriental de la ciudad de Alepo, donde las fuerzas de seguridad sirias luchan contra los grupos terroristas y han conseguido liberar gran parte de las zonas en poder de los extremistas.
La derrota de los “rebeldes moderados” que se encuentran en Alepo representaría la mayor victoria de Damasco desde el inicio de la crisis siria en 2011 y reforzaría más su posición ante las bandas armadas.