El veto total del Ejecutivo a la ley del Presupuesto General de la Nación (PGN) 2017 es este domingo un hecho consumado, por lo cual Paraguay funcionará con el mismo plan de gastos de este año.
La decisión del presidente Horacio Cartes será comunicada mañana a la Comisión Permanente del Congreso Nacional, establecida por el receso legislativo, para que esta convoque a una sesión extraordinaria.
El rechazo de Cartes fue a la versión del PGN aprobada por el Senado, pues tiene contradicciones de mucho peso en algunos contenidos de sus artículos con los del proyecto original del Gobierno.
Las principales de ellas son por la limitación en las erogaciones de la política monetaria del Banco Central del Paraguay (BCP) y el recorte a la emisión de bonos del Tesoro.
En ese último de los aspectos polémicos el Ejecutivo proyectó colocar esos papeles por un monto de hasta 558 millones de dólares, pero los senadores lo bajaron a 350 millones, con la alegación de frenar el ritmo en el endeudamiento del Estado.
Respecto a la política monetaria, el BCP asegura que será difícil cumplir con el objetivo que menciona la propia Constitución, según el presidente del ente, Carlos Fernández.
También ya el Ejecutivo había objetado los aumentos salariales decretados por la Cámara alta, sobre todo para docentes de dos niveles de enseñanza y al llamado personal de blanco en el sector de la salud, incluidos los médicos.
Igualmente, la versión senatorial definida contempla un déficit fiscal de 1,7 por ciento del Producto Interno Bruto, cuando la carta magna establece que no vaya más allá del 1,5 por ciento.
La propuesta original del PGN remitida por el Gobierno ascendía a 69,1 billones de guaraníes, equivalentes a 11 mil 944,7 millones de dólares.
En su primer debate los diputados la elevaron a 69,6 billones de guaraníes (12 mil 20 millones de dólares) y los senadores la bajaron posteriormente a 67,4 billones (11 mil 640,7 millones), al recortar los bonos.
Dicha actitud el ministro de Hacienda, Santiago Peña, la calificó de traición a la patria y reprochó a esos últimos parlamentarios la manera de no tener en cuenta los recursos necesarios para honrar las deudas públicas contraídas.
El PGN aprobado por el Congreso para 2016 tampoco fue del agrado del Gobierno, pero aún así lo promulgó el Presidente.
Su propuesta original era por un monto de 66,221 billones de guaraníes, equivalentes en aquel entonces a 11 mil 516,6 millones de dólares, pero tanto diputados como senadores le hicieron variaciones a la baja y al alza, respectivamente.
Al final prevaleció la versión aprobada por la Cámara alta por 66,383 billones de guaraníes (11 mil 544,8 millones de dólares), lo cual fue criticado por el Ejecutivo al considerarla una cifra inflada.