Me cuentan que en las recientes navidades algunos cantantes y músicos opositores (iba a escribir “escuálidos”, pero me abstuve), se negaron a interpretar “Luna Decembrina” alegando que es una canción chavista.
Me refieren mis muy confiables fuentes que en uno de los conciertos programados por institución bancaria privada, un reconocido artista dijo ante la asombrada audiencia que la campaña promovida por el Gobierno Bolivariano, en la que se cita un fragmento del hermoso tema de Otilio Galíndez, estimula el derroche de energía eléctrica al invitar a prender la luz “porque es diciembre”.
Me dice este “patriota cooperante” que también escuchó a un triste humorista pregonar en su “show” que la frase de la aludida creación musical en la que se dice “son las doce, abran la puerta” es una peligrosa “alegoría del delito”, pues expone a quienes sigan el consejo de Otilio a ser víctimas de la delincuencia.
El alegre tema, según recuerdo, también solicita que una señorita “se ponga la bata”, lo cual, al real entender de estos pichones de semiólogos, sugeriría la desnudez de la dama en cuestión, lo cual, seguramente, levantaría pensamientos impúdicos en los escuchas.
Menos mal, pienso yo, que no se les ocurrió mencionar la parte de la pieza que asegura que “cualquier palo sirve de charrasca” o aquella en la se dice que la lunita caraqueña “brilla por su redondez”.
Seguramente alguna perversa mente opositora vería en la poesía del compositor, veladas alusiones eróticas o subliminales mensajes políticos.
La poesía, dice el cartero de Neruda, “no es de quien la escribe, sino de quien la necesita”. Bastante poesía que le hace falta a la derecha para entender que cosa es una metáfora. Definitivamente; ¡Otilio los tiene locos!