El ejecutivo de Israel anunció este domingo las primeras medidas punitivas contra Palestina, luego de que las máximas organizaciones políticas de ese país acordaran conformar un gobierno de unidad y llamar a elecciones generales, algo rechazado por Tel Aviv.
El ministro de Finanzas israelí, Juval Steinitz, indicó que la nación hebrea suspenderá el envío de los fondos acumulados por la recolección de impuestos y tasas aduaneras a los palestinos.
Esto sucede después de que la agrupación Al Fatah, que dirige la Autoridad Nacional Palestina (ANP), y el Movimiento de Resistencia Islámica Hamás, el cual gobierna en la Franja de Gaza, llegaran a un acuerdo con la mediación de Egipto.
Entrevistado por la radio del Ejército israelí, Steinitz informó que ya se suspendió un pago previsto de 300 millones de shekels (unos 89 millones de dólares) para la próxima semana.
El gobierno israelí justificó esta ilegal medida para que el dinero “no termine en manos de los milicianos de Hamas”.
Pese a que el Movimiento de Resistencia Islámico ganó las elecciones generales en 2006 y tiene un fuerte apoyo popular, en Tel Aviv lo califican de organización terrorista.
Por su parte, el primer ministro de la ANP, Salam Fayad, pidió a la comunidad internacional que obligue a Israel a transferir los impuestos y tasas aduaneras que corresponden a los palestinos.
En declaraciones a la agencia oficial palestina Wafa, Fayad agregó que está “en contacto con todas las fuerzas y partes internacionales influyentes para evitar que Israel tome estas medidas”.
Entre otras medidas para seguir asediando a Palestina, el director de la Cancillería judía, Rafael Barak, envió un telegrama a los embajadores israelíes en la Unión Europea, a través del cual los insta a convencer a los gobierno europeos para que no acepten un gobierno de unidad palestina.