Petrizzelli incursiona de nuevo en la literatura con Historias para las posibilidades del músculo

La obra está compuesta por textos en clave de prosa poética registrados en diarios de viaje

El título editado por el sello Dahbar incluye Negro lógico, la primera obra del autor, publicada originalmente en 1978 por el Centro de Estudios Latinoamericanos Rómulo Gallegos (Celarg)

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Mucho más conocido como cineasta por sus dos largometrajes de ficción y más de una docena de documentales de larga, corta y media duración, John Petrizzelli incursiona de nuevo en el ambiente literario con su segunda obra titulada Historias para las posibilidades del músculo, publicada por el sello Dahbar en una edición que incluye Negro lógico, su primer libro publicado por primera vez en 1978 como el volumen número 5 de la colección Voces nuevas: Narrativa, del Centro de Estudios Latinoamericanos Rómulo Gallegos.

En esta oportunidad Petrizzelli coloca en la librerías del país una compilación de fragmentos extraídos de aproximadamente 40 diarios de viaje acumulados a lo largo de unos 30 años, en diferentes momentos de su faceta como trotamundos, durante la cual recorrió infinidades de lugares tan lejanos como Lanzhou, China; Nzerekore, Guinea; Kisangani en El Congo; Mangochi, Malaui: Sidi Ifni en Marruecos, Marawi en Filipinas y muchos más, incluyendo localidades más conocidas pero igualmente exóticas como el desierto del Sahara, Kioto en Japón: Sumatra, Indonesia y muchísimos más. Igualmente figuran aquí textos en los que el autor registra momentos y espacios de ciudades donde vivió, entre las que se cuentan Berlín, Nueva York, Boston y Montreal, entre otras.

POETA INGENUO

Aunque el autor no se atreve a considerar estos textos como “poéticos”, de acuerdo al prólogo del poeta, ensayista y tallerista literario Armando Rojas Guardia, Historias para las posibilidades del músculo comprende un conjunto de textos, en su mayoría escritos en prosa lírica, “cuya densidad estética cautiva al lector emocionándolo”, cargados “en grado eminente”, de los tres componentes o vehículos propios de la poesía: el símbolo, la música verbal y especialmente de analogía metafórica.

“Las faces que entretejen estas prosas poéticas constituyen exuberantes, preciosos y muchas veces magistrales encadenamientos metafóricos que le hablan directamente a la sensibilidad, la sensorialidad y la sensualidad del lector, convirtiendo a este en un receptáculo sensible”, menciona el prologuista que encuentra en el trabajo de Petrizzelli unas reminiscencias a Ramos Sucre y Rafael Cadenas, pero no como una influencia directa, sino como una “asombrosa coincidencia” de propósitos estéticos.

A juicio de Rojas Guardia, Petrizzelli es, hasta cierto punto, una suerte de “naíf en materia de conciencia literaria” que cuenta con el aval de lecturas devotas pero dispersas, una cultura personal adquirida “mediante los fogonazos de la intuición y de un instintivo buen gusto, pero ajena a la férula explicita de un método, lo cual hace casi milagrosa la calidad estética de su poesía”.

PARTE DEL PAISAJE

En conversación con el Correo del Orinoco, Petrizzelli reconoció que con prosa hermética y quizás un poco críptica que exige, en lugar de ser complaciente con el lector, plasma en en este libro sus impresiones o más bien interpretaciones sobre los lugares visitados, pero no con la manida visión de algunos escritores europeos o norteamericanos marcada por una perspectiva distante, matizada por el prisma colonialista de quien evalúa y compara un lugar nuevo para él en función de la cultura y las costumbres de su propia casa.

Por el contrario, en este caso el autor ensaya una mirada más cercana que intenta destacar la dimensión humana de cada lugar, hace partícipe de esta prosa poética al gentilicio de cada localidad y al mismo tiempo expone parte de su interioridad al reflexionar sobre sí mismo condicionado por cada nuevo contexto.

Los cerca de 80 fragmentos extraídos de los diarios de viaje, en su mayoría, hacen referencia en el título a los lugares donde fueron escritos. Otros menos son más directos o figurativos en relación al tema planteado.

“Lo que plasmé en estos textos fue que sentí en esos lugares”. Entonces por supuesto “está mi interioridad condicionada por las impresiones de esos mundos. También hay una mirada muy cercana que intenta comprender esos lugares” y pone el foco “en la humanidad. También hay todo un tema erótico, un tema de identidades, de comprensión del paisaje, no con el sentido de mimetizarme sino de reflexionar sobre mí en ese entorno tan articular”, confirmó el escritor y cineasta.

LA CULTURA POP

Parte de los textos de este nuevo título de Petrizzelli están vinculados a la cultura popular, especialmente aquellos que fueron escritos de las grandes ciudades donde vivió. De Venezuela, comentó, hay uno que otra infidencia autobiográfica, “pero más que nada se trata de textos que son productos de los viajes”, de esos momentos cuando estamos en lugares nuevos, en los que la percepción se agudiza, la sensibilidad se dilata y, en su caso, la ausencia de exigencias propias de una producción audiovisual permiten una mayor concentración.

Y es justamente el título del libro donde el autor hace quizás el guiño más fuerte a la cultura pop. En los años 60 y 70 del siglo pasado muchas revistas tenían atrás una promoción del método de musculación de Charles Atlas, “quien era un alfeñique y se convirtió en un tipo supermusculoso”, recordó Petrizzelli, quien quedó marcado por una de las frases de Charles Atlas según la cual “los músculos deben moverse debajo de la piel como los ratones debajo de una alfombra”.

Esa frase le pareció maravillosa al cineasta, especialmente viniendo de un personaje que no era poeta ni escritor, “sino de alguien de la cultura popular, entonces me pareció adecuado tomar eso para hacer en el título una relación directa con la cultura popular”, reveló el autor.

Una de las tareas que le pareció más compleja al cineasta y escritor durante la elaboración de este libro, fue hurgar en unos 40 diarios de viaje para decantar lo realmente valioso desde el punto de vista estético y discursivo valioso e imperecedero, para descartar las líneas más ligadas al viaje.

En esta búsqueda Petrizzelli debió descifrar textos borrosos escritos en papeles de bolsa o servilletas, correspondientes a sus visitas a lugares con cierta precariedad incluso alguno en plenos conflictos sociales, especialmente en África.

PARA CERRAR UN CICLO

Con esta publicación Petrizzelli cierra un ciclo de relativo sedentarismo en Venezuela, ante su eminente partida para volver a sus andanzas de trotamundos y quizás dedicarse más de lleno a la literatura. Por supuesto, sostuvo que esto no implica un alejamiento del cine, por el contrario, se va con un par de proyectos bajo la manga que tal vez emprenda en otras latitudes.

“No es para nada una situación de despedida del país por algo político o social. Es como una necesidad de volver a eso, a viajar. Ya después de más de 60 años siento que debo volver a la errancia. Creo que cerré un capítulo en Venezuela, uno siempre vuelve a su país y en ningún momento hay ruptura”, advirtió Petrizzelli.

T/ Luis Jesús González Cova
F/Archivo CO
Caracas