La Faja Petrolífera del Orinoco

La “Faja Petrolífera del Orinoco Hugo Chávez Frías” no solo constituye la reserva de petróleo más grande del mundo sino. al estar certificada, permite impulsar el valor accionario de los socios extranjeros que cotizan en Bolsa de Valores (como el “petro” sustentado en reservas certificadas), dado que el total de los barriles certificados bajo tierra, en función del porcentaje accionario de la compañía socia del Estado venezolano por intermedio de Pdvsa (CVP), se clasifica como “producción futura”, mientras dure la empresa mixta, como se encuentra establecido en el acta de registro de reservas de petróleo y gas de la “Comisión de Bolsa y Valores de los Estados Unidos (SEC)” de 2008.

Tal acto no pone en peligro en lo más mínimo la soberanía nacional sobre las reservas, expresada en el artículo 12 de la Constitución Nacional: “Los yacimientos mineros y de hidrocarburos, cualquiera que sea su naturaleza, existentes en el territorio nacional, bajo el lecho del mar territorial, en la zona económica exclusiva y en la plataforma continental, pertenecen a la república, son bienes del dominio público y, por lo tanto, «inalienables» e «imprescriptibles». Las costas marinas son bienes del dominio público”. Por lo tanto, la garantía de la compañía extranjera ante sus acreedores es su producción, nunca las reservas petroleras nacionales.

El cálculo de lo registrable como “producción futura” se basa en el “factor de recobro”, porcentaje del total de petróleo bajo tierra extraíble de manera comercialmente rentable. Aún si el aplicado en la realidad es menor, el aceptado nominalmente (certificado) determina lo clasificable. Solo por esto la Faja Petrolífera del Orinoco es el yacimiento de petróleo o de cualquier recurso más codiciado del planeta, y explica por qué las transnacionales pusieron el 100% de los recursos invertidos en las empresas mixtas (incluyendo mejoradores en su momento y a futuro), pagando el Estado (Pdvsa) su parte, holgadamente en el tiempo con producción.

Las áreas de crudos livianos y medianos son igualmente de importancia estratégica, y aún teniendo “costos mayores” como ha expresado Pdvsa, gracias al impresionante interés transnacional por situarse en la “Faja Petrolífera del Orinoco Hugo Chávez Frías” y crecer, un aumento en el “factor de recobro” en Faja Petrolífera, y la expansión de las empresas mixtas en nuevas áreas de producción, con un mínimo de 60% de acciones en manos del Estado (condición sine qua non), permitirá dotar a la industria de recursos propios, por medio del cobro de una regalía: “bono de acceso a las reservas”, para las inversiones en crudos convencionales (livianos y medianos en occidente y oriente), sustentando el esfuerzo propio (100% inversión estatal), y lo requerido para refinación.

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Caracas