Cobra fuerza la tesis de una crisis de gobierno en Italia

Tras el emplazamiento del primer ministro, Giuseppe Conte, a las dos fuerzas políticas del Ejecutivo a cesar las que calificó de polémicas estériles, cobra fuerza la tesis de una crisis de gobierno en Italia.

En una conferencia de prensa ofrecida la víspera, Conte lanzó un ultimátum a los líderes de la Liga y el Movimiento 5 Estrellas, los viceprimeros ministros Matteo Salvini y Luigi Di Maio, respectivamente, para que decidan si están dispuestos a avanzar en base de una «colaboración real» o, de lo contrario, él renunciará.

En tono enfático, el jefe de gobierno señaló que la colaboración leal, entendida como un concepto de significado tanto jurídico como ético, es la premisa necesaria para seguir adelante con la estrategia del cambio en el país, diseñada por el actual ejecutivo.

Tras puntualizar que él personalmente está dispuesto a seguir trabajando «con la máxima determinación» hasta el término natural de la actual legislatura, indicó que  no se prestará para vivaquear ni divagar sólo para prolongar su presencia en el palacio de gobierno.

Conte advirtió que si no existiese una clara asunción de responsabilidad por ambas partes y «si el comportamiento no fuese coherente y consecuente», el pondrá su cargo en manos del presidente de la República, Sergio Mattarella.

«Pido una respuesta clara, inequívoca y también rápida, si me lo permiten, porque el país no puede esperar», subrayó el primer ministro, quien antes se refirió a la obra de su gobierno desde la toma de posesión hace un año con el respaldo de la Liga y el M5E, a través de una alianza coyuntural sustentada en un contrato de gobierno.

Apenas concluida la comparecencia del primer ministro se produjeron las primeras reacciones, entre ellas la de Luigi Di Maio, quien confirmó la decisión de su organización a seguir formando parte del gobierno «lealmente» como lo hizo hasta ahora.

En un comentario publicado en el sitio web oficial del M5E, www.ilblogdellestelle.it, el viceprimer ministro insistió en que «somos leales, queremos ponernos a trabajar cuando antes y creemos que de hecho esa sea la mejor respuesta en este momento».

Apuntó, asimismo, que partir de mañana mismo se requiere de inmediato una cumbre de gobierno para discutir sobre el salario mínimo horario, la disposición sobre la ayuda a las familias con hijos y «la revisión de los vínculos con la Unión Europea para reducir finalmente los impuestos a los italianos, incluyendo el impuesto plano».

En opinión de Di Maio, para mantener la alianza de gobierno con la Liga es necesario que «finalicen los ataques a los ministros del M5E» y abstenerse de proponer temas en los cuales están enfrentadas ambas agrupaciones, no contemplados en el contrato de gobierno.

Salvini, por su parte, dijo en una comunicación en Facebook que «nosotros no hemos dejado nunca de trabajar, evitando responder a polémicas, e incluso insultos, y los italianos nos lo reconocieron con nueve millones de votos el domingo».

El líder de la Liga se refirió así a los resultados alcanzados por su partido en los comicios para el Parlamento Europeo en los cuales obtuvo el 34,39 por ciento de la votación y 29 de los 76 escaños correspondientes a Italia, frente al descalabro del M5E el cual logró apenas el 16,96 por ciento de respaldo y 14 asientos.

La constatación en las urnas del crecimiento de la Liga y el retroceso del M5E registrado por las encuestas a partir de junio de 2018 cuando se aliaron para formar gobierno, es un factor determinante en su estabilidad, sostenido hasta ahora por una mayoría parlamentaria con una correlación invertida de fuerzas.

Cuando ambas organizaciones de orígenes, bases y proyecciones políticas diferentes se aliaron, el M5E aportó el 32,68 por ciento de apoyo electoral, 227 escaños de 630 en la Cámara de Diputados y 111 de 314 en el Senado, en tanto la Liga, contribuyó con 17,35 por ciento, 123 diputados y 58 senadores.

Según un sondeo realizado por la firma SWG para el canal de televisión La 7, publicado la víspera, la Liga prosigue su ascenso en la intención de voto como principal fuerza política del país con el 36,5 por ciento de las preferencias, seguida por el Partido Democrático, con 23,5 y el M5E en tercero con 17,5.

En opinión de analistas, ese cambio en la correlación de fuerzas explica por qué Salvini, aunque no reclama nuevos espacios para la Liga en el ejecutivo, se siente con más autoridad para trazar líneas en un gobierno al cual muchos auguran hoy en Italia una corta vida.

T/Prensa Latina
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