La cinta sobre el mago de la luz se estrenará el próximo viernes 27 de mayo|Sheila Monterola interpreta a la musa de Reverón en la gran pantalla

Para la protagonista lo más complicado de participar en esta producción fue el contacto con animales, Foto/Héctor Rattia-Archivo CO

Tradicionalmente, mayo es el periodo dedicado a los artistas plásticos venezolanos. Esto en virtud de que en el llamado mes de las flores nació Armando Reverón. Este año, como un homenaje especial, se estrenará el viernes 27 la película de Diego Rísquez donde se narra una fábula biográfica sobre el Maestro de la luz, que toma como base fundamental la relación que tuvo con Juanita, su compañera hasta el fin de sus días, interpretada por Sheila Monterola.

El nombre de esta actriz comenzó a vincularse con la producción de Reverón, cuando Diego Risquez le preguntó al coguinista y protagonista, Luigi Sciamanna, si tenía alguna propuesta para alguien que le diera vida a Juanita. Luego se reunieron los tres y quedó establecida la pareja principal de la historia.

En aquel primer encuentro determinaron que Sheila Monterola debería engordar al menos 10 kilogramos para la caracterización de su personaje. Además de otro inconveniente del que se percató Rísquez: “El problema es que eres muy bonita para hacer a Juanita”. Por fortuna, el asunto se resolvió con un maquillaje que comenzaba a aplicarse a las 6:30 am, cada día de rodaje.

De inmediato la actriz comenzó el trabajo de investigación, tal como exige cualquier proyecto cinematográfico que incluya la representación de un personaje real. Justo ahí fue cuando Monterola consiguió, más que una dificultad, un interesante reto: Tanto de Juanita como de Armando Reverón hay suficientes imágenes, sin embargo, aunque existe relativamente abundante material sobre la vida, obra, padecimientos, formas y estilos del Mago de la luz, no hay casi nada similar que hable expresamente sobre quién y cómo fue Juana Mota, sus gustos, miedos, debilidades y fortalezas.

“Fue a partir de Reverón que yo como actriz comencé a construir el personaje de Juanita. Tampoco podemos olvidar que el cine también es fantasía”. “El personaje lo estuve construyendo hasta el último día. Cuando escuché el último ‘¡Corten!’, fue cuando paré el proceso de creación del personaje, era algo que se tenía que hacer día a día, cotidianamente, cada escena”, contó.

Los testimonios de personas allegadas a la particular pareja de Macuto fueron una suerte de herramientas que utilizó Sheila Monterola para captar el alma y espíritu de Juanita.

“Tuvimos la oportunidad de que la señora Margot Benacerraf fue al set de rodaje y estuve horas hablando con ella. Me dio mucha información de cuando ella hizo el documental sobre Reverón. También mucha gente que los conoció, se acercó a compartir con nosotros, sus vecinos y amigos. Eso fue lo que enriqueció el personaje a medida que pasaban los días”, relató la actriz.

Dicen que las actrices y los actores siempre se quedan con algo de cada personaje.

– Yo con Juanita volví a mi ingenuidad. Eso fue lo que me dejó este personaje, volver a sorprenderme de las cosas sencillas que te da la vida, ver el mundo desde otra óptica. A veces uno crea su propio mundo y lo mete en un cuadrado y de ahí no sale. Juanita conoció el mundo a través de la mirada de Reverón.

-¿Seguías una rutina especial al momento de asumir el personaje?

-Con este personaje, como con cualquiera, yo leía la escena la noche anterior, las que iban al día siguiente, las leía y preparaba la acción, más no la emoción. Me dejaba llevar, esperaba llegar al set para encontrarme qué me transmitían Luigi Sciamanna como actor y Armando como personaje. Entonces decía: Bueno, ok, esto es lo que está pasando en la escena y ya… me dejaba llevar. Fue muy sencillo. Además, Diego Rísquez es un director súper amplio, te escucha, te pide que le propongas, te deja ser.

-¿Recuerdas alguna dificultad extraordinaria de este trabajo?

– Estos personaje están acostumbrados a estar con la naturaleza, con la fauna y yo siempre he sido de ciudad, yo no he tenido nunca ni un hamster, fue complicadísimo estar con los animales, se me salían las lágrimas. Eso no se ve en la película.

-Entonces tuviste problemas con el mono Pancho.

– No, si supieras que Pancho fue el único animalito con el que me llevé bien desde el primer momento. De hecho, una vez que se adaptó a mi, fue una lucha para que el dueño se lo llevara. Se agarró de la pierna y no había manera de soltarlo. El Encantador de mascotas, como yo le decía al dueño, me dijo que se había enamorado.

T/ Luis Jesús González Cova
F/ Héctor Rattia