Pruebas irrefutables mostradas este martes por el Gobierno Nacional indican que el líder de la oposición venezolana, Juan Guaidó, fue el encargado de alquilar mercenarios estadounidenses de la empresa de seguridad privada Silvercorp USA, para invadir a la República Bolivariana de Venezuela con apoyo del narcotráfico colombiano, la Administración para el Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés), militares desertores de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) y los gobiernos de Estados Unidos y Colombia, mediante la frustrada Operación Gedeón, que consistía en dos incursiones militares por las costas de Macuto (La Guaira) y Chuao (Aragua).
Desde el Palacio de Miraflores, en Caracas, el vicepresidente sectorial de Comunicación, Turismo y Cultura, Jorge Rodríguez, difundió nuevamente el audio de la conversación telefónica sostenida entre Juan Guaidó y el dueño de Silvercorp USA, Jordan Goudreau, ante la negativa del parlamentario de participar en estos planes que implican el «delito de traición a la Patria».
«Hay pruebas testimoniales que le hacen imposible a Juan Guaidó sustraerse de ellas», dijo.
El funcionario señaló que, de acuerdo con material fotográfico publicado en el sitio web de la referida empresa estadounidense, los mercenarios contratados a sueldo por el líder de la ultraderecha (capturados por las autoridades venezolanas) habían participado en invasiones militares en países soberanos como Irak, Libia, Siria y Afganistán.
«Hoy el presidente Donald Trump negó cualquier acción entre Silvercorp USA y su gobierno, pero resulta que en las redes sociales de Silvercorp publicaron imágenes ofreciendo seguridad a Trump», aclaró el también ministro para Comunicación e Información, quien tampoco descartó la participación de las fuerzas de inteligencia israelí en estas operaciones frustradas por el Estado venezolano.
Desde el pasado 25 de marzo, el Gobierno Bolivariano mostró las pruebas de los campamentos de entrenamiento paramilitares en Riohacha y difundió las coordenadas de esta hacienda que servía de refugio para los grupos mercenarios que eran entrenados por agentes de una empresa privada norteamericana y mantenían contacto con la DEA. Lea: Armas incautadas en Colombia iba a Venezuela
Sin embargo, todos estos datos aportados por el Gobierno venezolano fueron ignorados por el presidente de Colombia, Iván Duque, y las autoridades colombianas, quienes en días anteriores habían recibido la sorpresa de la incautación de un lote de armas de guerra, que posteriormente el desertor y narcotraficante Clíver Alcalá Cordones reconoció públicamente que le pertenecían, tras haberse firmado un contrato entre Juan Guaidó, JJ Rendón y la empresa Silvercoop, para ejecutar acciones que incluían hasta el magnicidio del presidente Nicolás Maduro.
Lea: Dos mercenarios capturados en Venezuela están vinculados a la seguridad de Trump
Este martes, prosiguió Rodriguez, se mantiene una persecución del resto de los integrantes de este grupo terrorista y las autoridades esperan que en las próximas horas se produzca la desarticulación total de este plan desestabilizador.