A través de un comunicado, las trabajadoras y trabajadores de la Contraloría General de la República expresan su profunda consternación ante la muerte del Contralor Clodosbaldo Russián, quien se desempeñó en ese cargo desde el año 1999 y ratificado en 2000 por un lapso de 7 años en esa institución.
Para el personal del organismo Clodosbaldo Russián fue un hombre leal con la palabra comprometida, vertical en sus ideales, ejemplar por su probidad en el desempeño cívico y humilde en su talante humano.
Asimismo, el documento destaca que el Contralor General «deja una institución sólida, en acelerado proceso de modernización, empeñada en la construcción de un eficaz Sistema Nacional de Control Fiscal, genuina expresión del indelegable poder de control que reside en la soberanía popular, dotada de las más amplias potestades de fiscalización».
A continuación el comunicado íntegro emitido por trabajadores y trabajadoras del organismo:
Contraloría General de la República lamenta fallecimiento del Contralor Clodosbaldo Russián
Los trabajadores de la Contraloría General de la República Bolivariana de Venezuela, con profunda consternación, lamentamos el deceso en horas de la noche de ayer, en la ciudad de La Habana, República de Cuba, del doctor Clodosbaldo Russián Uzcátegui, titular de nuestra institución desde diciembre de 1999, cuando fue investido por la Asamblea Nacional Constituyente como Contralor General de la República, ratificado posteriormente en el año 2000 por un lapso de 7 años, y reelecto en diciembre de 2007 para el período 2008-2014.
En nuestro Contralor General Clodosbaldo Russián se conjugan las más preclaras virtudes humanas, patrióticas y republicanas. Se distinguió por su transparencia y abnegación en el servicio público. Fue leal con la palabra comprometida, vertical en sus ideales, ejemplar por su probidad en el desempeño cívico, humilde en su talante humano, de arraigada sensibilidad social, demostrado coraje personal cuando le tocó poner a prueba sus convicciones y «militante de la esperanza», frase con la que siempre se identificó.
De sus 72 años de vida, exceptuados los 7 que pasó en la cárcel como prisionero político y de los cuales no extrajo la más mínima animosidad, le dedicó más de 40 al control público en Venezuela; 11 de ellos a la Contraloría General de la República, donde nos deja una institución sólida, en acelerado proceso de modernización, empeñada en la construcción de un eficaz Sistema Nacional de Control Fiscal, genuina expresión del indelegable poder de control que reside en la soberanía popular, dotada de las más amplias potestades de fiscalización, pionera en independencia y autonomía en el ámbito de las entidades fiscalizadoras superiores del mundo, órgano del Poder Ciudadano fundado por la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.
Con aflicción despedimos a nuestro Contralor, al amigo, al compañero de labores de cada día, a un buen ciudadano. Reciba su viuda, sus hijas, sus familiares todos, el testimonio de nuestra solidaridad.