Con el objetivo de garantizar la protección del medio ambiente en áreas dedicadas a la explotación minera a cielo abierto, Cuba desarrolla actualmente un programa de rehabilitación integral.
Carlos Alberto Díaz, director nacional forestal del Ministerio de la Agricultura, explicó que se trata de un lento proceso, el cual se inicia reacondicionando el suelo con maquinarias pesadas en lugares donde antes fue extraído el níquel.
Luego del drenaje, depósito de materia orgánica y siembra de pinos y casuarinas, se realiza un seguimiento mediante limpia, riego, ruedo y poda de cada árbol para garantizarle la supervivencia, agregó el funcionario.
Una vez iniciado el proceso de cultivo del terreno aparecen las aves, y con ellas las excretas, lo cual crea un proceso ecológico natural que mejora el ambiente, señaló Díaz citado por la Agencia de Información Nacional.
La aplicación de abonos verdes e inversiones en sistemas de riego son algunas de las iniciativas puestas en práctica para mitigar los fuertes impactos al entorno, aseguró Ernesto Mastrapa, especialista de la delegación del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente en la oriental provincia de Holguín.
En Cuba existe la Ley 76 de Minas que garantiza una correspondencia equitativa entre los planes de producción de níquel y la reforestación de las zonas de donde se extrae este mineral.