A través de la renovación del convenio de colaboración económica suscrito en el año 2008 por la Fundación Gran Mariscal de Ayacucho (Fundayacucho) y la Universidad Indígena de Venezuela (UIV), el ente rector del financiamiento educativo en el país seguirá subsidiando los proyectos de formación socioproductiva emanados de esta casa de estudios.
La Universidad Indígena de Venezuela cuenta con una matrícula de 90 estudiantes provenientes de once pueblos indígenas, entre los que destacan las etnias pumé, piaroa, e»ñepa, yekuana, warao, sanemap y pemón, según se desprende de una nota de prensa.
La extensión del convenio se hizo oficial el pasado 15 de agosto, en un acto al que asistió Wesiyuma-Anñelito Hernández Pacheco, actual coordinador de la universidad, quien informó que en esta nueva etapa del acuerdo se trabajará en proyectos de piscicultura, domesticación de búfalos, agricultura, ganadería y desarrollo de conucos, que permitan consolidar la sostenibilidad de la universidad y de las comunidades indígenas que hacen vida en ella.
La UIV no es sólo llamativa por estar emplazada en plena selva venezolana, en Tauca, al sur del estado Bolívar, también por representar una iniciativa inédita en Latinoamérica, orientada a la instrucción de los pueblos originarios en el marco de los valores propios de su cultura.
En el año 2004 se registra oficialmente la universidad, luego de un proceso que arranca en 1999 con el propósito de formar líderes y multiplicadores del desarrollo endógeno mediante una capacitación intercultural bilingüe.