En su intervención ante la comisión de Finanzas de la Cámara de Diputados, el secretario de Finanzas de la nación argentina, Hernán Lorenzino, explicó que el Banco del Sur está pensado desde la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) «como una herramienta más para el financiamiento del desarrollo regional».
Lorenzino dio esta declaración ante los legisladores durante la discusión del proyecto para ratificar la creación del Banco del Sur, informó Telam.
«El objetivo es el financiamiento del desarrollo económico, social y ambiental de los países miembros de Unasur”, agregó el secretario.
Este proyecto de ley, que ya está sancionado por el Senado argentino y el martes fue ratificado por los diputados de Comisión de Finanzas, será sometido este miércoles a la revisión de la Comisión de Presupuesto y Hacienda.
Lorenzino explicó que en una primera etapa el capital inicial «será de 10 mil millones de dólares, de los cuáles Argentina, Brasil y Venezuela suscriben un capital por 6 mil millones de dólares, a 2 mil millones cada uno; Ecuador y Uruguay, lo hacen en una proporción menor de 400 millones; y Bolivia y Paraguay, a razón de 100 millones cada uno».
La entidad financiera estará conformada por un «Consejo de Ministros, un Consejo Administración, un Consejo de Auditoría y un Directorio, con un representante por cada país», agregó.
El Secretario de Finanzas destacó que el Banco, a diferencia de otras entidades financieras, “será el único en el cual los países tendrán el mismo poder de voto, independientemente de cual sea su aporte de capital”.
El diputado Carlos Heller, vicepresidente de la Comisión de Finanzas, señaló que esta iniciativa es «una herramienta que podemos considerar como mecanismo de defensa que la región trata de construir para estar menos indefensos frente a la evolución de la economía mundial”.
El Banco del Sur fue creado por iniciativa del presidente venezolano, Hugo Chávez, y del ex mandatario argentino, Néstor Kichner, en diciembre de 2007; Ecuador, Paraguay, Uruguay, Venezuela, Argentina, Brasil y Bolivia suscribieron el proyecto.