Las operaciones militares llevadas a cabo por los grupos armados aliados a las fuerzas imperialistas se encuentran prácticamente paralizadas por la fuerte resistencia del pueblo en las ciudades de Sirte y Bani Walid, bastiones que defienden el Gobierno de la Gran Yamahiriya Árabe Libia Popular Socialista y al líder Muammar Al Gaddafi.
“Las operaciones militares están prácticamente inamovibles desde hace dos días dada la potencia de fuego mostrada por patriotas libios, quienes defienden a Gaddafi, quien desde un lugar desconocido continúa alentando a luchar contra «traidores y agresores extranjeros”, reseñó una nota de Prensa Latina.
Las fuerzas promonárquicas, a pesar de que cuentan con el apoyo de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (Otan), y han ingresado más hombres en sus filas, así como adquirido más tanques, carros blindados y otros arsenales en torno a las referidas urbes, parecieran no alcanzar avances significativos.
Voceros de los grupos armados, aglutinados en torno a la figura del autodenominado Consejo Nacional de Transición (CNT), atribuyen la falta de progresos en la batalla por Sirte a la efectividad de francotiradores y de la artillería pesada de los patriotas libios, quienes cuentan con el respaldo de civiles armados y jefes tribales, refirió la nota.
Sin embargo, y pese al reconocimiento de la fuerza de los defensores de la república socialista, los subordinados a las potencias imperiales indicaron que después de un día de combates «controlan la mayor parte» de Sabha, un oasis situado 650 kilómetros al sur de Trípoli, capital de Libia.
De acuerdo con el miembro del grupo procolonial Bashir Ahwaz, en los combates de este martes murieron tres de sus hombres y 19 de tribus que apoyan al gobierno libio y a Gaddafi, y admitió que demorarán una semana más para controlar todo el sur de Libia y sus fronteras con Argelia y Níger, dijo Prensa Latina.
Por otra parte, medios noticiosos árabes reportaron que se observan caravanas de carros con colchones, enseres domésticos y repletos de familias, las cuales salen de Sirte debido al colapso de los servicios de agua, electricidad, y al desabastecimiento de alimentos, medicinas, combustible y comunicaciones.
Entretanto, el panorama para los grupos armados procoloniales se torna confuso, pues por una parte no han podido avanzar en ciudades como Sirte y Bani Walid, pero hablan de que dentro de siete o 10 días conformarán un «nuevo Gobierno».
Mahmoud Jibril, a quien varias fuentes ya señalan como primer ministro de un eventual gabinete libio, señaló que «en un máximo de 10 días» se anunciarán los cargos ministeriales, una vez se superen los reveses militares y las disputas internas generadas por la repartición de cargos, añadió Prensa Latina.
«La mayoría del trabajo está hecho, es cuestión de número de ministerios y su ubicación», explicó Jibril al admitir que titulares de carteras podrían instalarse en Trípoli y en Benghazi.
Libia ha sido blanco de constantes ataques, con saldo de miles de muertos y heridos, desde hace más seis meses tras la agresión perpetrada por las fuerzas de la Otan, abiertamente respaldada por las potencias colonialistas de la Unión Europea y los Estados Unidos que financian a los grupos armados que pretenden socavar las bases de la república Gran Yamahiriya Árabe Libia Popular Socialista y al coronel Al Gaddafi.