En sus ocho años de existencia, la Misión Sucre ha garantizado la inclusión del pueblo, reitera Jehyson Guzmán, viceministro de Políticas Estudiantiles y presidente de la Misión Sucre. De hecho, a diferencia de las universidades tradicionales, cualquier persona puede ingresar a la Misión. “Una de las grandes virtudes es que ha mantenido las puertas abiertas a nuestro pueblo. No es el caso de otras universidades, que cierran las puertas al pueblo”.
Al programa no le han faltado recursos. La semana pasada, el presidente Hugo Chávez aprobó un crédito adicional en el cual se incluye el aumento del monto de las becas para las y los estudiantes de la Misión; gracias a ello, la ayuda económica pasará de 200 a 400 bolívares mensuales a partir de octubre, lo que beneficia a 34 mil estudiantes.
Esto no implica que todo sea perfecto. “Estamos en la obligación, en el deber, en el compromiso moral con nuestro pueblo, de seguir mejorando, de profundizar la Misión Sucre”. Una de las ventajas de la Misión Sucre es la municipalización de la educación; es decir, que la o el estudiante tiene una primera opción en su comunidad. “La Misión Sucre está más cerca de su hogar, tiene una mayor vinculación y mayor pertinencia”, subrayó.
Una de las áreas a fortalecer es la capacitación del cuerpo docente (para la cual el Presidente otorgó recursos extra); otra, la institucionalidad. Una tercera, la creación de nuevos programas de formación “para seguir profundizando la vinculación y la pertinencia con las comunidades”.
En la actualidad la Misión Sucre tiene 24 Programas Nacionales de Formación. Los más demandados son el de Medicina Integral Comunitaria y el de Estudios Jurídicos. La meta es que los programas de energía tengan más demanda, por ejemplo. Guzmán reitera que la Misión no es algo cerrado, y que la idea es diversificar la formación, así como garantizar la inserción en el aparato productivo (lo que no implica empleos estatales). Las comunidades y los comités territoriales definirán los nuevos programas.
CAMBIÓ COMPOSICIÓN ESTUDIANTIL
Mucha agua ha pasado debajo del puente de la Misión Sucre durante sus 8 años de vida. “La composición de las y los estudiantes de Misión Sucre ha comenzado a variar a través del tiempo. Ya no son solamente los estudiantes excluidos durante la Cuarta República. La población joven se ha comenzado a vincular, incorporar, a inscribirse en la Misión”. En particular, en los trayectos iniciales. “Mientras en las universidades tradicionales le cierran las puertas a la juventud, en la Misión Sucre se van abriendo oportunidades de estudio” en diversas áreas del conocimiento.
Guzmán garantiza la calidad de la educación en Misión Sucre y del conocimiento que estudiantes y docentes están generando. La pertinencia de la investigación es uno de los puntos fuertes. Por ejemplo, uno de los proyectos socioproductivos ideados por estudiantes de Sucre consiste en la creación de sistemas de riego electrónicos para mantener la humedad del suelo.
Los Programas Nacionales de Formación han sido diseñados, no para educar a un asalariado o un trabajador más, sino para formar a mujeres y hombres “que contribuyan con el aparato productivo de la nación”. Ello implica que participen como profesionales en el Estado o en el sector privado.
La Misión Sucre inaugurará 12 aldeas universitarias, y con los fondos adicionales aprobados por el Jefe del Estado se construirán otras 16.