“Estoy muy contento de estar en Caracas. No estaba en Venezuela desde hace 20 años, cuando vine para promocionar el Festival de Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana”, comentó el realizador antillano Manuel Pérez Paredes, en ocasión de su visita a nuestro país para la presentación de Páginas del diario de Mauricio, su más reciente película, que marcó para él un regreso a la dirección y la confección de guiones.
Pérez Paredes es fundador, entre otras instituciones, del Instituto Cubano de Arte e Industria Cinematográficos (Icaic).
Su comentario sobre la patria de Bolívar no fue un obligado cumplido como invitado internacional que debe enfrentarse a un grupo de nativos. “Da la casualidad de que la primera vez que estuve en Venezuela fue en 1974, en una visita inolvidable para mí, porque fue acá en Caracas, en septiembre de ese año, cuando los cineastas venezolanos organizaron el encuentro donde nació el Comité de Cineastas Latinoamericanos”, apuntó.
El escritor y director recordó que aquella reunión se realizó “no sólo como un encuentro cultural para buscar la identidad dentro de la diversidad de la cinematografía del continente, sino como solidaridad contra las persecuciones que comenzaban a ocurrir en América Latina en aquellos años”, y en apoyo a los pueblos del Cono Sur que en ese momento se enfrentaban a dictaduras como la que depuso, un año antes, al gobierno de Salvador Allende, en Chile.
“Ese Comité de Cineastas de Latinoamérica, del que formé parte cuando se constituyó, hace 38 años, fue el germen de lo que más tarde sería la Fundación del Nuevo Cine Latinoamericano y de lo que es hoy la Escuela Internacional de Cine y Televisión de San Antonio de Los Baños, en La Habana”, reconoció.
UNA AUTORIDAD
El crecimiento profesional Pérez Paredes ocurrió de manera progresiva desde 1959, cuando comenzó como asistente de dirección. Más tarde, en 1961, dirigió su primer documental. Hoy, ya a punto de cumplir 72 años, se mantiene activo como asesor del Icaic en la elaboración de guiones y proyectos que estén en etapa de primer corte. En otras palabras, recomienda quitar, agregar o modificar elementos de las estructuras narrativas antes de que las cintas lleguen a la gran pantalla. Igualmente evalúa historias que se propongan para coproducción.
“No es una cuestión obligatoria que los guiones necesariamente tengan que pasar por mis manos. Los compañeros realizadores acuden a mi si les da la gana”, aclaró.
SOBRE PÁGINAS DEL DIARIO DE MAURICIO
En el espacio que le queda entre una asesoría y otra, Pérez Paredes se dedica a proyectos propios, como fue el caso de Páginas del diario de Mauricio, realizada en 2006 y estrenada en nuestro país, en la red de salas de la Cinemateca, el pasado viernes 28 de octubre.
“Lo que yo intenté al hacer esta película fue narrar una experiencia desde el punto de vista generacional. De ese grupo que era adolescente o joven en 1959, cuando triunfa la Revolución Cubana, y lo que significa para este generación que cree y participa y está comprometida con ese proyecto, la crisis que se presentó en Cuba con la desaparición de la Unión Soviética, que tuvo un repercusión muy fuerte, económica, emocional y existencialmente, en esas personas comprometidas con ese ciclo histórico que va de 1959 al 2000”, reveló el cineasta en entrevista con el Correo del Orinoco.
El escritor contó que estuvo rumiando la idea de esta película desde mediados de los años 90. “Soy extremadamente lento para procesar las cosas, debe ser que me propongo ser demasiado trascendente… y finalmente no lo soy”, bromeó.
El motor que lo motivó a finalizar el guión fue lo ocurrido en los Juegos Olímpicos de Sidney, Australia, en el año 2000. Luego de los convulsos años 90, Cuba se mantenía como una potencia deportiva. El beisbol, deporte nacional en la nación antillana, sufrió una contundente derrota nada menos que ante Estados Unidos, con la pérdida del oro.
Por otra parte, al equipo de volibol femenino, en la contienda por la dorada, le tocó enfrentar a Rusia en un dramático encuentro en el que las cubanas cayeron en los dos primeros parciales para luego forjar lo imposible, remontar el partido y coronarse como las triunfadoras de los juegos de Sidney. Estos hechos reales fueron aprovechados por el guionista para hilar la historia contenida en Páginas del diario de Mauricio.
En un principio el guión devino, más que en una película, en una serie que contaba la historia de Mauricio desde el triunfo de la Revolución Cubana. Finalmente, por asuntos de financiamiento Pérez Paredes fue “metiendo en caja” el guión y se quedó con 12 años de ese diario. Aún así, fue necesario el apoyo de España, y minoritariamente de México, para hacer posible el largometraje.
“Fue muy buena coproducción porque los que leyeron el guión desde España, me hicieron críticas como espectadores no cubanos, un punto de vista que me hacía falta. Me hicieron observaciones válidas y me ayudaron”, admitió.
Los cambios vistos en una historia de amor
En la actualidad, el experimentado cineasta Manuel Pérez Paredes prepara otra película de ficción, en la cuál pretende ofrecer una panorámica de su país entre los años 80 y la actualidad. En líneas generales, es la historia de una pareja que tiene una apasionada aventura en La Habana de 1985. Él se va a la guerra de Angola y ella a Provincia.
Los amantes se reencuentran de nuevo en la misma ciudad, en 2010, cuando van a tener de nuevo una aventura, pero ya como dos personas cambiadas por el tiempo y en una ciudad diferente de la de 1985.
“El armado de la historia es ese reencuentro con dos Cubas y dos seres humanos que 26 años después se vuelven a amar”, adelantó Pérez Paredes.