Los deportistas de lucha que representaron a las distintas entidades regionales del país, en los Juegos Nacionales Venezuela 2011 tenían máximo 20 años de edad.
Para la lucha libre, que se efectuó en el Gimanasio Belisario Aponte de Maracaibo, las bases de competencia fueron modificadas para darle cabida a la generación de relevo; es decir, los juveniles o sub 20.
Según Jairo Guerrero, Secretario General de la Federación Venezolana de Lucha (FVL), varios de los jóvenes que compitieron deberían participar en los Juegos Olímpicos Río de Janeiro 2016.
“Estos jóvenes son los que estarán presente en los Juegos Olímpicos de Río 2016. Ellos han demostrado que tienen potencial y un gran nivel competitivo. Estoy seguro que si le damos el seguimiento correcto y adecuado podrán dar buenos frutos en los próximos años”, expresó Guerrero.
Para está edición de los Juegos Nacionales, en la lucha compitieron más de 240 participantes en ambos sexos quienes representaron a todas las entidades regionales de la nación.
“Estos jóvenes son la generación de relevo de la lucha venezolana y por ello nosotros tenemos la responsabilidad de apoyarlos para que veamos los frutos en los Juegos Olímpicos de Río 2016”, explicó Guerrero.
En la competencia todas las delegaciones brillaron, demostrando una paridad competitiva que sirvió como atractivo en la competencia.
“Hay algunas delegaciones que han demostrado tener muchos talentos, tales como Falcón, Anzoátegui y Barinas”, aseguró Guerrero.
Luchadores de la talla de Andry Dávila (Falcón), quien asistió a los primeros Juegos Olímpicos de la Juventud, en Singapur, Nabot Zapata (Anzoátegui), Wilfredo Rodríguez (Barinas) y Betzabeth Arguello (Cojedes) se han ganado el respeto de los competidores y han afirmado que su próximo paso es ser incluidos dentro del combinado nacional de mayores.
Dávila (– 55 kgs) es uno de los que ha evolucionado físicamente desde que asistió a Singapur 2010.
“Creo que he ganado mucha experiencia internacional y por ello sigo luchando día a día para estar allí adentro”, agregó Dávila.
Mientras que Nabot Zapata, se vio gigante en las lonas venciendo cómodamente a todos sus oponentes e hizo ver fácil lo difíci.
“Estoy en un buen momento físico y mental. Vengo de una preparación en Cuba de más de un mes y creo que esto me ayudó a hacerme más fuerte. Mi próximo paso será el chequeo nacional, de enero del año entrante en el que espero ganarme un cupo en la selección de mayores”, enfatizó Zapata.