A 927 aumentó la cifra de muertes en Filipinas como consecuencia de la tormenta tropical Washi. El jefe del Consejo Nacional de Prevención de Catástrofes, Benito Ramos, precisó que la mayoría de las víctimas se registraron en las ciudades portuarias.
«Hay 927 muertos. Hemos perdido la cuenta de los desaparecidos», declaró Benito Ramos, quien detalló que las ciudades más afectadas fueron Cagayán de Oro (oeste) e Iligand en la isla de Mindanao.
Asimismo, los efectos negativos de la tormenta se han sentido en las provincias de Bukidnon, Negros, Zamboanga del Norte y Compostela Valley, todas ubicados en la franja que forman el sur de Visayas y el norte de Mindanao.
El balance fue presentado tras el hallazgo de más cuerpos en Mindanao, donde la referida tormenta ocasionó fuertes lluvias y provocó los desbordamientos de ríos que arrasaron poblaciones enteras durante el fin de semana.
El boletín anterior ofrecido por el organismo indicaba 662 muertos y 82 desaparecidos. Por su parte, la Cruz Roja informó de 713 muertos y 563 desaparecidos.
Las autoridades de la ciudad costera de Iligan se vieron obligados a enterrar a unos 80 cadáveres sin identificar en una fosa común.
El alcalde de Cagayan de Oro, Vicente Emano, expresó que «es imposible enterrar a los muertos uno por uno. Nos está costando mucho identificarlos. Estamos construyendo un depósito común para enterrarlos mañana, que se cumple el plazo legal de cuatro días». Entonces, tenían contabilizados unos 200 cadáveres encontrados en diferentes lugares de la ciudad, que no habían sido reclamados.
Las comunidades más afetadas están siendo abastecidas de agua desde el pasado sábado, como el barrio de la Consolación, en tanto, que los servicios médicos se encuentran a punto de colapsar.
En los hospitales las personas son atendidas por fracturas y golpes sufridos durante la riada, pero los médicos temen que en la próxima semana afloren infecciones por la falta de higiene.
Ante esta situación, cientos de voluntarios han iniciado una vacunación masiva de tétanos y comenzado a distribuir antisépticos y antibióticos. La mayoría de los medicamentos son obtenidos con los recursos propios de quienes se han sumado a las misiones de asistencia social.
Las medicinas, la ropa y la comida escasean en los 48 centros de acogida en que se han refugiado 45 mil 181 de los 167 mil 460 damnificados, según informó el Consejo Nacional de Prevención y Respuesta de Desastres.