Al menos nueve personas murieron, entre ellas cuatro policías, y otras 15 resultaron heridas este domingo en una serie de atentados suicida y explosiones con carros bomba en la ciudad de Ramadi, al oeste de Bagdad (capital de Irak), informó la Policía de la región.
Fuentes policiales explicaron que los agresores han tomado también rehenes dentro de una sede policial, donde «continúan los ataques».
Cinco explosiones, una de ellas perpetradas por un terrorista suicida, tuvieron lugar de forma consecutiva en diferentes partes de la ciudad de Ramadi, señalaron las fuentes a una agencia de noticias internacional.
Según fuentes policiales, cuatro carros bomba explotaron también cerca de una mezquita y de una sede de policía, mientras dos kamikazes hicieron explotar sus cargas explosivas en otro centro policial.
Los dos primeros carros bomba explotaron a las 11H30 locales (08H30 GMT) cerca de la mezquita de Dawlah Kabir en el centro de Ramadi, y luego un tercero lo hizo poco después en el centro de la ciudad.
Las explosiones de los carros bomba en la sede policial ocurrieron a las 14H30 locales (11H30 GMT).
Este sábado, también se registró un atentado suicida que dejó al menos 53 personas muertas, entre ellas varios niños y mujeres, en plena conmemoración del Arbain, una de las principales celebraciones religiosas chiitas.
Los ataques se producen en paralelo a la presencia en Irak del subsecretario de Estado de EE.UU., William J. Burns, quien continúa sus reuniones con los principales líderes iraquíes en una tentativa para «resolver» el conflicto político en ese país.
Ramadi, ciudad de medio millón de habitantes es la capital de la provincia sunita de Al Anbar, que fue bastión de la insurrección antiestadounidense y de la red de Al Qaida.
Irak sigue sometido a la violencia, tras el anuncio de retirada de tropas hecho por Estados Unidos y pese a los llamados de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para que haya un diálogo entre los bandos políticos