El Presidente de la República, voceros del Gabinete Ejecutivo y el Partido Socialista Unido de Venezuela han manifestado recurrentemente que el sistema electoral venezolano es uno de los mejores del mundo. De esta opinión se suscribe Vicente Díaz, rector del Consejo Nacional Electoral.
-Es un tremendo sistema electoral, confiable, que permite que el elector se exprese y se respete la voluntad del elector. Eso para mí es absolutamente indudable. De hecho, yo soy observador internacional de diversos países y mi experiencia en este terreno es que el nuestro está bastante por encima de la mayoría.
-¿Tecnológicamente se podría decir que es vanguardia?
-Indudablemente
-¿Y ejemplo para los países que están procurando mejorar sus sistemas?
-No me atrevería a plantearlo como un ejemplo, porque cada país tiene su realidad política. La forma como se implantó el sistema de votación automatizada en Venezuela no es la más adecuada, porque tenía que haberse agotado una fase de generar un poco más consenso alrededor del sistema de votación, y luego, de ir familiarizando poco a poco al elector. Es como los cajeros automáticos: la gente para pasar de cheque a cajero no fue de la noche a la mañana.
Para Díaz, la prontitud con que se asumió es responsable de las versiones infundadas de que las máquinas permiten hacer fraude y cambiar votos, lo cual “trajo como consecuencia miedo y temor en un sector de la población”.
El rector sostiene que cada país tiene su propia realidad. En el caso de Brasil se implantó el sistema automatizado y no generó mayores conflictos. “El nuestro es mucho más auditable. Ellos no hacen auditoría de cierre: no se comprueba los comprobantes contra el resultado. Emite el tique, pero no lo agarra el elector sino que cae directamente en una caja”.
Afirma que la tendencia universal es hacia la automatización del voto. “Venezuela fue pionera en ese terreno, y creo que el resultado de eso es que prácticamente nadie en este país quisiera regresar a un sistema manual”.
-Sin embargo, se objeta, concretamente desde la oposición, toda inversión que se hace por mejorar ese sistema.
-Que yo sepa no hay objeciones de la oposición a la compra de máquinas y actualización tecnológica. Constantemente estamos renovando el parque tecnológico y no hemos recibido ni una sola objeción, ni a través de una comunicación ni en las reuniones que hacemos con todos los partidos. No ha habido ni una sola voz que allí se pare para decirnos que no debemos comprar las máquinas o actualizar las que ya tenemos.
Que formalmente no las tengan los partidos (que en la realidad mediática sí) no significa que el propio Díaz no las tenga.
-Tengo objeción es con el periférico que se compró para que se activen con la huella del presidente (de centro de votación), para que éste a su vez active la máquina. No por la bondad del sistema, creo que las tiene todas, sino por lo innecesario, porque nuestro sistema ya ha demostrado suficiente robustez y seguridad sin necesidad de agregarle nada más. Hay cosas con las que sí estoy de acuerdo. Por ejemplo, la adquisición de las nuevas membranas, porque facilitan el acto electoral y le dan más tranquilidad al elector. Las nuevas máquinas tienen la posibilidad de adaptarles mecanismos que permiten que las personas con discapacidad puedan votar sin necesidad de un voto asistido.
En concreto, el rector Díaz comparte algunas críticas, no por falta de bondades sino por considerar innecesaria la adquisición, porque no es adecuada la correspondencia entre el monto destinado y lo obtenido. Es “una capa más de seguridad dentro de un sistema que ya está probado que es absolutamente invulnerable. Es como ponerle una cadenita de cerrar puertas a la bóveda de un banco”.
-¿Puede el pueblo venezolano estar completamente seguro de que el sistema electoral reflejará la voluntad popular sin equivocación mínima?
-Sí. El sistema electoral está conformado por diferentes partes. Si todas cumplen con lo que está previsto en la normativa, en el protocolo, no hay ninguna posibilidad de que los resultados sean diferentes de los expresados por la voluntad popular.
A su juicio, “si todos cumplimos vamos a arribar al 7 de octubre con los suficientes niveles de seguridad para que todo el mundo esté seguro y haya el reconocimiento de los resultados. Lo que le importa a cualquier autoridad electoral es que el perdedor reconozca”.
Por el ejemplo, añadió, “el Presidente de la República perdió en la reforma (constitucional) y reconoció. Hubiese sido terrible para el CNE que el Presidente dijera que no reconocía los resultados, hubiese sido un drama para el país. Ganó la enmienda y la oposición reconoció inmediatamente el resultado. ¿Por qué? Porque participan con nosotros, van de la mano con nosotros: se meten a revisar con nosotros el registro electoral, las normas, máquinas y protocolos, los procesos, auditan hasta las entrañas de las máquinas”, agregó.
-¿Los resultados de las auditorías han resultado infalibles?
-Sí, hasta han sido perfectas.
PERAS Y MANZANAS
Otra de las quejas cotidianas de la oposición –recrudecidas esta semana- se refiere a que los centros de registro y actualización del CNE no están funcionando. Vicente Díaz asevera que “el CNE viene cumpliendo con todas sus metas en materia de registro”.
El rector Díaz comentó las opiniones de analistas que han señalado recientemente que 96% de los venezolanos en edad de votar están en el registro electoral.
-Entiendo que Sandra Oblitas dijo una cifra parecida. Eso es más o menos lo que hemos logrado. En 2010 la brecha entre electores con edad de votar y efectivamente inscritos ya era de 4%.
-¿Ese quizá sea uno de los grandes méritos del CNE?
-Definitivamente: reducir la brecha.
-Cada vez que hay elecciones manuales en otros países algunos voceros de la oposición alaban que los resultados se obtienen muy rápido y se utiliza eso para cuestionar al CNE. ¿Son justas esas comparaciones?
-Absolutamente, porque estás comparando peras con manzanas. Los resultados que dan en Colombia (por ejemplo) son no oficiales, sino referenciales. Hasta que no sean oficiales nadie puede impugnar, y en eso pueden pasar semanas; de hecho sucede: pasan semanas contando de verdad para después producir el oficial. En el caso nuestro lo que emitimos es el resultado oficial. Al día siguiente los candidatos que se sientan afectados pueden impugnar, lo cual garantiza celeridad.
-¿Hay solicitudes de otros países para estudiar cómo opera el sistema venezolano?
-Para estas elecciones primarias, en la parte que le corresponde al CNE, vienen delegaciones de la India y Corea del Sur, de sus organismos electorales. Y esas son cosas para uno sentirse bien.
UN CUARTO PEQUEÑO Y FRÍO
Todos los esfuerzos de una batalla electoral en la Venezuela de estos años quedan reducidos al momento en que los cinco rectores se van, la noche de la elección, a la famosa sala de totalización, donde conocerán la verdad.
“Es un cuarto muy frío y pequeño. El que está ahí se aburre. Está lleno de gente: los técnicos del CNE y los testigos de los partidos”, describe Vicente Díaz.
El funcionario agrega que en principio los especialistas en computación designados por las organizaciones partidistas sólo ven el todo; es decir, que si de Zulia se ha transmitido el 80%. Entonces se revisa qué pasa en los centros y mesas restantes.
También chequean que lo que está operando ahí sea lo que está firmado digitalmente y certificado. “No se hace más nada”.
Luego “subimos nosotros y se le meten las contraseñas al sistema. Lo hace la presidenta de la Junta Nacional Electoral (Tibisay Lucena) con la presencia de todos los rectores”.
Al meter la clave se abre el sistema para que pueda recibir la información de la data que está entrando de todos los centros y mesas.
La transmisión no comienza hasta que no se abra el sistema. Si una máquina cierra a las 6:00 pm y el operador quiere despachar los datos, no podrá porque el sistema no estará encendido todavía (lo hacen los rectores en pleno).
“Activamos siempre, antes de la hora de cierre, unos minutos antes se prende el sistema para poder recibir la información. El que terminó va mandando, pero ellos tiene un protocolo de comunicación entre la máquina que está en el centro de votación y en la sala de totalización, se comunican entre ellas, tienen unos códigos”, explica Vicente Díaz.
Cuando las máquinas se reconocen entre sí, eso evita que otra que no esté instalada en un centro pueda transmitir información.
“Cuando se transmiten los resultados están encriptados y no se pueden leer. Se van a acumulado en el servidor. Cuando han llegado suficientes, es cuando ustedes ven que suben los rectores. Ahí se le mete la clave para que toda información se empiece a desencriptar. Allí empieza la totalización. Eso no lo ve nadie, estamos en una sala aparte con una pantalla cada rector”.
-En definitiva, ¿pueden los venezolanos sentirse orgullosos de su sistema electoral?
-Pueden sentirse orgullosos de su sistema electoral, pero no del desarrollo de las campañas electorales. Son profundamente injustas; se abusa del recurso público, lo que está prohibido en la Constitución.
-¿Todas las partes?
-Hay abusos de parte y parte, pero la magnitud es diferente, porque no es lo mismo el poder del Presidente de encadenar todos los medios de comunicación del país, que el que pueda tener un alcalde desde su oficina, desde donde ni siquiera puede hacer declaraciones políticas.
En su opinión “hay violaciones que no se sancionan. Yo he presentado al directorio ocho solicitudes de sanción al Presidente y ninguna ha sido aprobada. Son cosas que no le hacen ningún favor al país, porque al no aprobarse la percepción de un sector del país y de la comunidad internacional es que el CNE no es confiable”.
El CNE, añadió, “tiene suficiente autoridad y competencia para decirle al Presidente que está equivocado. Si el Presidente respeta el estado de derecho, que hasta ahora no hay ninguna razón para pensar que no lo hace, tiene que atacar una decisión de un poder que creó la Constitución. Mientras no se resuelva ese problema, van a cuestionar la equidad”.
ESTARÁ EL DOMINGO EN EL CNE
Es elección de cada rectora o rector presentarse este domingo en la sede del CNE. Vicente Díaz confirma que sí acudirá.
Consultado sobre si no es una acción de reciprocidad exigirles estatus legal a los venezolanos en el extranjero para permitirles el registro, lo niega tajantemente.
-No es cierto, no lo exige ningún país. No es un tema de reciprocidad; a los legisladores venezolanos se les ocurrió eso.
UNA HUELLA, UN ELECTOR
Para las elecciones presidenciales del 7 de octubre el sistema comicial venezolano llegará al límite de la seguridad: la electora o el elector tendrán que mostrar su huella digital para que sea reconocida, y así poder votar.
-¿El CNE tiene la base de datos con todas las huellas?
-En este momento, directamente recabadas por el CNE, tenemos 12 millones. El Saime nos entregó los veintipico de millones de huellas. Hemos hecho los cruces necesarios para determinar, porque las huellas que toma el Saime son diferentes de las que tomamos nosotros. Están sometidas a un proceso de depuración, de legibilidad para determinar cuántas de las huellas del Saime nos sirven a nosotros para poder llegar a los seis millones que nos faltan. Ese proceso está andando, y hasta ahora los resultados han sido muy buenos, en el sentido de que vamos a tener listas por esta vía la absoluta mayoría.
En el reglamento de las presidenciales quedará aclarado qué hacer si aparece alguien el día de elección y su huella no está en la base de datos. En cualquier caso, Vicente Díaz cree que no faltará nadie.
El rector estima que el reglamento para el 7 de octubre estará discutido y aprobado entre marzo y abril; necesariamente antes de las postulaciones.