El diputado a la Asamblea Nacional, Earle Herrera, sostuvo este jueves que dentro de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) se está presentando el «Síndrome Alfaro-Irene», con el cual eventualmente pudieran retirarle el apoyo a Henrique Capriles por desespero y sustituirlo por otro candidato, tal como ocurrió con Luis Alfaro Ucero e Irene Sáez en 1998.
«A Capriles Radonski es probable que lo quiten y en esa jugada siempre hay alguien que está pendiente, como lo hizo Enrique Salas Römer. Ellos juegan a eso», afirmó el parlamentario por el Partido Socialista Unido de Venezuela.
Entrevistado en el programa Toda Venezuela, que transmite Venezolana de Televisión (VTV), recordó cuando en 1998 los partidos puntofijistas, Acción Democrática (AD) y Copei, decidieron apoyar al candidato de Proyecto Venezuela para para enfrentarse a Hugo Chávez.
«Frijolito (Salas Römer) quiere regresar. Sería su retorno como lo hizo cuando Acción Democrática defenestró a su caudillo Luis Alfaro Ucero, a su secretario general y su candidato. Copei hizo lo propio con Irene Saez, y entonces salió Salas Römer como el jinete salvador y sin cabeza», rememoró.
Para el diputado, en la oposición están barajando esa posibilidad porque «el candidato no cuaja, ya él empieza a dudar que es candidato».
Asimismo, Herrera consideró que los partidos de derecha, AD, Un Nuevo Tiempo y Copei «no han internalizado la candidatura de Capriles Radonski».
«Ellos no han asumido esta realidad y les va a costar mucho si es que lo hacen, por eso les cuesta mucho decir ‘nuestro candidato’ o ‘nuestro máximo líder’. Eso tú no lo imaginas en el verbo de un Ramos Allup o un Barboza», indicó Herrera al referirse a la intervención del diputado por UNT, Alfonso Marquina en la AN.
Reiteró que en la derecha venezolana están desesperados por no tener el apoyo popular, lo cual a su juicio, se está evidenciando con las distintas acciones que están emprendiendo, entre las que mencionó la agresión a periodistas del Sistema Nacional de Medios Públicos, así como el tema del supuesta contaminación del agua y la inseguridad.
«Este es un sector excluyente, los periodistas sólo están de aquel lado; todos los comunicadores que estén con la revolución son provocadores de oficio, según ellos», expresó Herrera.
Calificó como «fascismo» este tipo de actuaciones, al tiempo señaló que los comunicadores sociales de medios privados están al servicio de la oposición.