El Titanic corre el riesgo de sufrir una segunda muerte.Algunos expertos consideran que la naturaleza terminará finalmente con el trabajo que inició hace un siglo el iceberg, si no se decide antes que hacer con los restos del barco que descansan a más de 4.000 metros en el fondo helado del océano Atlántico.
A punto de cumplirse 100 años del hundimiento del Titanic, que había partido desde Southhampton (Inglaterra) y se dirigía a Nueva York con más de 1.500 pasajeros a bordo, se abre el debate sobre qué hacer con los restos del barco.
«Si los restos siguen así como hasta ahora, la naturaleza los disolverá», explicó Robert Ballard, de la Universidad de Rhode Island, que en 1985 participó del equipo que descubrió la nave en el fondo del océano.
A poco más de una semana del 15 de abril (día del desastre), autoridades y expertos estadounidenses presionan para que se tome una decisión para la suerte de la famosa nave.La interrogante es si preservarla, y en ese caso, cómo hacerlo.