Hasta el mes de julio se presentará la pieza en el Trasnocho Cultural|Luigi Sciamanna debutará como dramaturgo con La novia del gigante

La novia del gigante es el primer texto que se llevará a las tablas de las cuatro obras escritas y publicadas por el actor, productor y dramaturgo, Luigi Sciamanna. La pieza se presentará hasta el mes de julio, los días viernes y sábado a las 9:00 pm y domingos a las 7:00 pm, en el Espacio Plural del Paseo Trasnocho Cultural de Las Mercedes, en Caracas.

El autor comentó que la historia está ambientada en la Italia de 1938, específicamente en un período comprendido entre unos 15 o 20 días antes de la primera visita oficial de Hitler a Roma, Florencia y Nápoles y unos dos meses luego de que el totalitarista alemán dejara el país gobernado en ese entonces por Benito Mussolini.

En este contexto, cuando están a punto de emitir leyes racistas en Italia, se mueven un conjunto de personajes: Talo, un comandante fascista; Dalla Chiesa, cardenal de Florencia; Lidia Montalcini, guía de arte que lleva 10 años explicando a los turistas la historia de El Gigante -el David de Miguel Ángel-; el profesor Innocenti, de tendencia liberal y director de la Academia; un doctor sin nombre y la figura fantasmal del esposo de Lidia, muerto en combate durante la Primera Guerra Mundial.

El problema que mueve las acciones en la obra radica en que tanto la guía de arte como el personaje representado en la pieza de mármol de Carrara tallada por Miguel Ángel, son judíos. En ese caso, si Hitler va a la Academia las autoridades deberán hacer algo con ellos. Entre las alternativas está: suspender “temporalmente” de sus funciones a Lidia y profanar la estatua cubriéndola con una bandera del partido nazi.

A decir de Sciamanna, a lo largo de dos horas y 15 minutos el público va a encontrar “una obra compleja, donde se invita al espectador a pensar, a reflexionar y a entender a esos personajes y a los personajes históricos. Es una pieza de eso que llaman teatro de texto, de actuación. Es fundamentalmente una obra para saber escuchar, para gente que quiera escuchar” y comprender esa parte de la historia italiana.

ENTRE EL FASCISMO Y LA PLÁSTICA

Esta no es la primera vez que el intérprete del maestro Reverón en la película de Diego Rísquez busca aproximarse al período fascista, por el contrario, una inquietud personal lo ha llevado a convertirse en un estudioso del tema. De hecho, la historia contenida en Primos de sangre, su tercera obra, aún no llevada a las tablas, ocurre en 1940, cuando Italia entra a participar en la Segunda Guerra Mundial.

“Como hijo de inmigrantes italianos, he escuchado la historias de mis padres sobre la guerra y la posguerra desde muy niño, entonces tengo una sensibilidad particular por esas historias, que son las de mis padres, mis abuelos y mis tíos”, argumentó el artista.

JUZGAR NO, COMPRENDER SÍ

La novia del gigante, que le tomó a Sciamanna unos tres años en el proceso de escritura, forma parte de un proyecto creativo inspirado en tres obras del Renacimiento italiano: esta del David, y otras dos, aún por escribir, sobre La Gioconda y La última cena, ambas de Leonardo Da Vinci.

-En la sinopsis de La novia del gigante, dice que la pieza contiene “un intenso debate entre iglesia, Estado, cultura, ciencia e individuo”.

-Sí, fíjate que los personajes son el cardenal de Florencia, el director de la Academia, un fascista, un médico y el ciudadano común. Uno como ciudadano común y corriente esta siempre en medio. Uno es el depositario, víctima y ocasionalmente el afortunado de las decisiones que toman las instituciones que manejan el poder.

-¿La pieza fija alguna posición frente a eso?

-La obra no juzga, intenta comprender, a mí no me interesa juzgar a nadie, creo que tenemos a demasiada gente juzgando siempre. Lo que me interesa es comprender. Si se lee la obra anterior, Primos de sangre y luego, afortunadamente ahora la pueden ver, a La novia del gigante, se entenderá que es un proceso personal de investigación sobre lo que significó el fascismo para el país donde nacieron los seres que me dieron la vida. Estoy muy cerca de eso.

Tiene cuatro obras escritas y publicadas ¿por qué es precisamente esta la que se materializa primero en un montaje?

-En primer lugar, porque llevé esta obra al Instituto Italiano de Cultura de Caracas, donde se leyó con bastante entusiasmo y me ofrecieron un aporte importante para hacerla. Este apoyo es muy interesante, porque la pieza no retrata a una Italia cómoda, retrata la Italia del fascismo y sin embargo ellos decidieron apoyarla. No hay una negación con respecto al tema, al contrario, la intención fue abordarlo y enfrentarlo. Sin embargo, a parte de este aporte y algunos intercambios, es una producción completamente independiente.

– En otras ocasiones ha dejado en claro su pasión por la actuación ¿por qué no está acá como intérprete? ¿Es muy complicado producir y actuar al mismo tiempo y además en su propia obra?

– En este caso sí es muy complicado. Cuando monté Un informe sobre la banalidad del amor, produje, dirigí y actué, pero eramos solo dos personajes. Acá son seis. Y de verdad quería estar atrás para cuidar todos los detalles, que todo estuviera en su punto. Cuando tienes encima el trabajo de estar en el escenario, de componer un personaje, eso para mí es muy delicado.

Texto/Luis Jesús González Cova
Foto/Loel Henríquez