El opositor Partido Laborista exigió hoy la renuncia del ministro británico de Cultura, Jeremy Hunt, por su implicación en el escándalo de las escuchas telefónicas del extinto tabloide News of the World.
Para el líder de esa agrupación, Ed Miliband, es inadmisible que Hunt conserve el cargo tras revelación de nuevas pruebas sobre sus vínculos con el magnate Rupert Murdoch, dueño de esa y otras publicaciones periodísticas.
Según un correo electrónico publicado la víspera, el titular pidió a Rebekah Brooks, ex consejera delegada del conglomerado mediático News International, que lo asesorara a él y al Gobierno para rendir cuentas ante el Parlamento sobre los pinchazos telefónicos.
La misiva indicó también que Hunt tenía la intención de minimizar el impacto del escándalo.
«Se puso de parte de Rupert Murdoch cuando lo que debería haber hecho es defender los intereses de los británicos», apuntó Miliband en declaraciones a la cadena BBC.
Pero el ministro de Cultura volvió hoy a insistir en que su comportamiento «no fue inapropiado».
La piratería telefónica se remonta al 2000, pero apenas en 2006 se iniciaron las averiguaciones por Scotland Yard, que quedaron en suspenso hasta principios de 2011 tras nuevas evidencias.
El año pasado detuvieron a 20 sospechosos de interceptar las comunicaciones de celebridades, políticos, periodistas, e incluso, de familiares de las víctimas de los atentados de 2005 en Londres y de soldados británicos muertos en Irak y Afganistán.
Las denuncias desataron una crisis política en Reino Unido y críticas al gobierno del primer ministro, David Cameron, por las prácticas poco fiables en el sistema público.
Además, obligó el cierre del tabloide sensacionalista, tras 168 años en circulación y una interpelación parlamentaria a la familia Murdoch y a cercanos directivos.