Ejecutó piezas de películas clásicas y filmes más recientes| Orquesta Sinfónica de Mérida homenajeó al cine venezolano

Con la ejecución de diez piezas de películas, la Orquesta Sinfónica del estado Mérida homenajeó al cine venezolano con un concierto en el centro cultural Tulio Febres Cordero, de la capital andina, en el cual se proyectaron durante casi una hora y media imágenes que narraban sinopsis de las cintas a la par que las y los 65 músicos tocaban los temas.

El presidente de la fundación de esta orquesta, Alejandro Ochoa, explicó que este concierto, realizado el sábado pasado en la noche, fue el preámbulo de la función que darán en el Festival de Cine Latinoamericano y Caribeño de Margarita el 25 de octubre próximo.

“Son piezas correspondientes a diez películas venezolanas, que arrancan desde Araya, de Margot Benacerraf, hasta la más recientes. Se hace particular énfasis en los últimos diez años, período en el cual se marca el boom de la cinematografía nacional”, relató Ochoa.

La orquesta no sólo ejecutó bajo la batuta de Daniel Hurtado, director asistente de la Banda Sinfónica Juvenil Simón Bolívar, sino que tocó acompañada de las imágenes de las películas proyectadas en las paredes, estilo cine. “Antes la orquesta hacía un concierto con música de películas comerciales, pero hace dos años tratamos de salirnos de ese formato y se mostró una retrospectiva de la historia del cine en el siglo XX. Es la primera vez que se ejecuta un concierto con música de cine venezolano”, resumió.

DESDE CLÁSICOS HASTA CINE HISTÓRICO

Luego de un breve preámbulo documental de la importancia de la música en el cine, con el antes y después de Stanley Kubrick con su memorable obra, incluyendo 2001: Una odisea del espacio, el director Hurtado levantó la batuta y empezó la ejecución de Araya (1958), tema compuesto por Guy Bernard. Luego de una cadencia de sonidos suaves, como el mar que da la sal, empezó la explosión musical con la explotación industrial mostrada en el documental de Benacerraf y volvió la suavidad del mar para cerrar.

Posteriormente se interpretó Elegie, pieza compuesta por Gabriel Faure y musicalizada por Eduardo Marturet, de la película Oriana (1985), de Fina Torres, “una de las primeras cintas con sabor fuertemente andino”, explicó Ochoa. En esta parte se presentó el solista Bejamín Marchán en el violoncello. La relación entre una mujer y un seminarista se proyectó con Manón (1986), de Románd Chalbaud, y la orquesta interpretó la introducción de Tema de Amor, compuesta por Federico Ruiz.

No pudo faltar el cine merideño con Una casa con vista al mar (2002), de Alberto Arvelo, cuando se ejecutó la suite compuesta por Nascuy Linares, con una música que mantiene la tensión del drama y luego se suaviza con la sección de piano, presentada por Heidy Balza como solista. El cine histórico hizo presente después con Manuela Sáenz (2000), de Diego Rísquez, al interpretar la pieza Se alzaron los colombianos, de Eduardo Marturet.

El chico que miente (2011), de Marite Ugas, dio el toque para una temática más reciente: el deslave de Vargas, con la obra musical Lluvia final, compuesta por Camilo Froideval.

FILMES RECIENTES

Maroa (2006), de Solveig Hoogesteijn, volvió a la música clásica con el tema Rondó/Allegro del Concierto para Clarinete en LA, KV 622, de Mozart, musicalizada por Nascuy Linares. Con la orquesta se presentó como solista Ibrahim Plaza, en una coordinación increíble con las imágenes de la última pieza que interpreta, en la cinta, la niña de la calle ya mujer.

También se mostraron las piezas de César Iván Lara, director musical de la Orquesta Sinfónica de Mérida, en el cortometraje Pista de entrenamiento (2011), aun sin entrenar, y el documental Memorias del gesto (2010), de Andrés Agustí. En este último, el director Hurtado tuvo que sincronizar la música con las imágenes, casi en un trabajo de cirujano del sonido. “Fue muy difícil”, narró luego al terminar el concierto.

Cerró con broche de oro Cyrano Fernández (2008), de Alberto Arvelo con la pieza de Nascuy Linares. Estuvo Jorge Espinoza como solista en percusión, mostrando la intensidad de ese triángulo amoroso en un barrio que adquiere, en la trama de la cinta, la categoría de un cuarto protagonista. “Excepcional”, resumió en una palabra la directora del Centro Americano-Venezolano de Mérida, Michelle Lee, sobre el tema del merideño Linares.

El director Daniel Hurtado, formado durante diez años en la Orquesta Sinfónica de Mérida, dijo que por primera vez dirige un concierto de este tipo, “es música hecha por venezolanos y ejecutada por venezolanos”, explicó.

IMÁGENES CON SINCRONÍA

César Lucena, a cargo de la edición de imágenes y realización del concierto Homenaje al cine venezolano, junto con María Ríos, expuso que el trabajo audiovisual consistió en capturar las mejores imágenes de las películas y editarlas de acuerdo con la música escogida para ser interpretada por la Orquesta Sinfónica de Mérida.

“Tratamos de que se contara la historia y de que hubiese sincronía. Fue como una especie de trailler, pero más largo”, explicó.

TyF/ Annel Mejías Guiza
Mérida