La tasa de desempleo en América Latina disminuyó de 7,3% (2010) a 6,7% (2011) y «se espera que mantengan una tendencia positiva en 2012 con un nuevo descenso en el desempleo urbano hasta 6,5%», informó este miércoles la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal)
El informe titulado Coyuntura laboral de América Latina y el Caribe, elaborado por este organismo de Naciones Unidas junto con la Organización Internacional del Trabajo (OIT), precisó que «en América del Sur la tasa de desempleo cayó 0,6 puntos porcentuales, mientras en los países del norte de América Latina cedió 0,4 puntos porcentuales y en los países del Caribe subió 0,2 puntos porcentuales».
El aumento de la proporción de los puestos de trabajo formales amparados con protección social y el descenso del subempleo son otros de los dos puntos revisados en el documento presentado en Chile.
En Suramérica, la disminución de desocupación la lidera Ecuador con 1,6 puntos porcentuales; mientras que en Centroamérica, Panamá destacó en la reducción del indicador. En contrapartida, en Barbados, Costa Rica y República Dominicana, aumento de la tasa de desempleo, a pesar «del contexto de creación de empleo y mayor expansión de la fuerza laboral».
Paralelamente la tasa de ocupación de América Latina y el Caribe subió 0,5 puntos porcentuales «y superó el nivel alcanzado antes de la crisis» financiera internacional de 2008.
Argentina, el Brasil, Chile, Colombia, Jamaica, Panamá, Uruguay y Venezuela fueron escenarios del descenso de la tasa de desempleo juvenil; «mientras que en México, el Perú y la República Dominicana experimentó un incremento «.
En el punto referente a las remuneraciones, Uruguay está arriba en la lista de crecimiento de salarios medios «en términos reales de manera robusta» con 4,0%; le sigue Venezuela con 3% y Paraguay con 2,8%.
Sin embargo, se advirtió que en la región la productividad creció más que los salarios. La secretaria ejecutiva de la Cepal, Alicia Bárcena, solicitó a los gobiernos asumir el «doble reto» de «avanzar en los incrementos de la productividad y fortalecer los mecanismos para una distribución de las ganancias correspondientes que estimule la inversión y fortalezca los ingresos de los trabajadores y sus hogares».