El jefe de la misión de observadores que se encuentra en Siria, el noruego Robert Mood, anunció este sábado que fue suspendido el despliegue debido a la escalada de violencia de los últimos 10 días que pone en peligro a los más de 300 integrantes.
«Debido a la intensificación de la violencia armada en estos diez días (…) y a los riesgos, la misión de observadores de la ONU (UNSMIS) suspende sus actividades. Los observadores dejarán de patrullar hasta nueva orden», indicó un comunicado.
El general dijo que parecía ser una «falta de voluntad» del Gobierno de Siria y de la oposición armada para buscar la paz, y que la violencia significaba un alto riesgo para los 298 observadores militares y 112 funcionarios civiles que están en ese país.
«Han habido pérdidas en ambos lados y los riesgos significativos a nuestros observadores (…) la población de Siria, los civiles, están sufriendo y en algunos lugares, los civiles han sido atrapados por las operaciones en curso», afirmó.
Informó que por el momento los observadores «no realizarán las labores de patrulla y permanecerán en sus lugares hasta nuevo aviso.»
«Esta escalada (de la violencia) limita nuestra capacidad para observar, verificar e informar, así como para apoyar el diálogo local y los proyectos de estabilidad; básicamente impide nuestra capacidad de llevar a cabo nuestro mandato», dijo se acuerdo al texto del comunicado.
Añadió que la suspensión será revisada a diario y las operaciones solo se reanudarán «cuando veamos que la situación es adecuada para proseguir las actividades del mandato».
El militar noruego reiteró que el objetivo de la misión es el «retorno a las operaciones normales» y que la UNSMIS «está comprometida con el pueblo de Siria».