Ruanda y la República Democrática del Congo (RDC) aceptaron este domingo el despliegue de una fuerza internacional para pacificar el este congoleño y supervisar la frontera común entre ambos estados africanos.
Tras reunirse con el presidente de la RDC, Joseph Kabila, el mandatario ruandés, Paul Kagame, expresó en declaraciones a la prensa que acordaron solicitar la ayuda de otros entes.
Los gobernantes firmaron un documento en el que piden la colaboración de la Unión Africana (UA) y Naciones Unidas para instalar una fuerza internacional que neutralice a toda fuerza negativa en la región de los Grandes Lagos.
Tal pacto en principio se logra luego de que el presidente de la Comisión de la Unión Africana, Jean Ping, manifestó en la apertura de la XIX Cumbre de ese organismo la disposición de crear una fuerza regional para poner fin a la acción de grupos armados en la RDC.
En el este de Congo Democrático en los últimos meses se registraron actos violentos de grupos rebeldes, los cuales, según denunció recientemente Kinshasa, tienen el respaldo de Ruanda, cuyo gobierno negó tales imputaciones.
La cita de Jefes de Estado y Gobierno de países de la Unión Africana, que concluye mañana lunes, también examina conflictos en estados como Mali y Guinea Bissau, que recientemente sufrieron sendos golpes de Estado militares.
Mediante votación de los 54 estados miembros de la UA, la presidencia de la Comisión de la Unión Africana para un nuevo mandato recayó en la ministra del Interior de Suráfrica, Nkasazana Dlamini Zuma, quién venció al qabonés Jean Ping, quien buscaba un nuevo mandato.