No aceptó la decisión de nacionalizar empresas de EEUU en Chile|Grabaciones confirman que Richard Nixon decidió “remover” a Salvador Allende

“Todo vale en Chile. Golpeen sus traseros, ¿O.K.?”, ordenó Nixon

Grabaciones desclasificadas de conversaciones entre el ex presidente de estadounidense Richard Nixon (1969-1974) y su consejero de Seguridad Nacional, Henry Kissinger, revelan su decisión de derrocar al presidente socialista Salvador Allende.

Nixon abandonó el poder por la puerta trasera debido al caso Watergate. Según sus propias palabras, había decidido derrocar a ese “hijo de puta”, antes de su investidura.

El Mandatario estadounidense expresó su necesidad imperiosa de “patear el trasero” de Allende.

“He decidido remover a Allende”, le confesó Nixon a Kissinger el 5 de octubre de 1971. “Todo vale en Chile. Golpeen sus traseros, ¿O.K.?”, instruyó Nixon a Kissinger. “De acuerdo”, respondió Kissinger.

La transcripción de las cintas se difundió en la página web nixontapes.org. Su contenido fue dado a conocer en Chile por el Centro de Investigación Periodística.

Las cintas también revelan, de manera imprecisa, el reconocimiento de la Agencia Central de Inteligencia (CIA, en inglés) en el asesinato, en 1970, del entonces comandante en jefe del Ejército chileno, general René Schneider, con la finalidad de sabotear la toma de posesión de Allende, destacó Telesur en su página web telesurtv.net. Los altos funcionarios estadounidenses pretendían comparar al líder socialista chileno con el régimen fascista de Adolfo Hitler en Alemania.
Las conversaciones de Nixon, un total de tres mil 700 horas, tuvieron lugar en su mayoría el Salón Oval, en un periodo de 883 días, entre febrero de 1971 y mediados de julio de 1973, tiempo que corresponde también a la administración del presidente Salvador Allende.

RECHAZÓ LAS NACIONALIZACIONES

“De acuerdo a las transcripciones de las cintas, nada parece haber molestado tanto a Richard Nixon como la decisión del gobierno de Allende de iniciar la nacionalización de las empresas estadounidenses que habían dominado la economía chilena por décadas”, enfatizó el investigador estadounidense Peter Kornbluh, en un texto publicado en la página web del Centro de Investigación e Información Periodístico.

Nixon creía que la respuesta de Estados Unidos debía ser cortar a Chile todos los créditos bilaterales, incluyendo los préstamos bancarios para exportaciones e importaciones, bloquear los créditos multilaterales y evitar que Chile renegociara su deuda externa. “Quiero que sepas”, le dijo Nixon a Kissinger, “que no quiero hacer nada por Chile. Nada”, relata Kornbluh, quien dirige el “Chile Documentation Project” en la organización sin fines de lucro Archivo de Seguridad Nacional en Washington.

El Departamento de Estado, agrega el estadounidense, “que era más sensible a las leyes internacionales y a las obligaciones de Estados Unidos con los organismos multilaterales, no estuvo de acuerdo. Pero Nixon encontró un fuerte aliado en su conservador secretario del Tesoro John Connally, quien le dijo que si Washington no se paraba frente a Allende, otros países de América Latina empezarían a nacionalizar negocios estadounidenses”. En 1973, Allende fue derrocado por un golpe de Estado que lideró uno de sus generales de confianza, Augusto Pinochet.

F/Agencias
F/Redacción CO