El presidente ecuatoriano, Rafael Correa, ratificó este domingo que su gobierno socializará las utilidades de la banca con el incremento de 35 a 50 dólares del Bono de Desarrollo Humano (BDH) otorgado a individuos vulnerables.
En su mensaje semanal radiotelevisado a la nación, expuso que la medida entrará en vigor en enero próximo y rechazó un mensaje de los empresarios privados del sector, reacios a esa decisión.
Explicó que en 1999 las pérdidas de la banca fueron asumidas por la ciudadanía, pero en este caso se busca beneficiar a los más necesitados sobre la base de las utilidades por ganancias netas del sector bancario, que en la actualidad suman 460 millones de dólares.
Correa anunció que la próxima semana enviarán un proyecto de ley económica urgente al Parlamento previo a la medida de enero, considerando los ingresos importantes de los bancos debido a la prosperidad de la nación.
Expuso que durante el llamado feriado bancario fueron congelados los fondos de la ciudadanía, sin embargo, se le devolvió apenas un porcentaje de la deuda, con lo cual distribuyeron las pérdidas entre los contribuyentes.
«Que no me vengan a dar cátedra de moral y buenas costumbres», aseveró el Jefe de Estado al aludir a un comunicado de los empresarios financieros contrarios a la nueva disposición.
Manifestó el mandatario que ciertamente el BDH se ha elevado porque en esta administración reciben un apoyo económico unos 600 mil ancianos sin protección de la seguridad social, entre otros grupos sociales.
Esta semana, Correa aseveró que la redistribución prevista será un hito en un país, donde por primera vez las ganancias de los bancos irán en beneficio de los más pobres.