La Comandancia General del Ejército y de las Fuerzas Armadas de Siria anunció este jueves, con motivo de la festividad del Eid al-Adha (Sacrificio), un paro de las operaciones militares desde la mañana del viernes 26 hasta el lunes 29 de octubre de 2012.
Un comunicado dado a conocer por la agencia siria de noticias SANA señala, sin embargo, que en consonancia con sus responsabilidades en la protección de los civiles y las propiedades públicas y privadas, las Fuerzas Armada se reservan el derecho de responder ante ataques de las bandas armadas.
En ese sentido habrá una respuesta si los grupos terroristas armados continúan disparando contra los civiles y las fuerzas gubernamentales y utilizando coches bombas y artefactos explosivos, o refuerzann las posiciones en que se encuentran después de la puesta en marcha de este anuncio, u obtengan suministro de elementos y municiones, precisa la nota.
Asimismo, agrega, las Fuerzas Armadas actuarán si los países vecinos facilitan la infiltración de armados a Siria a través de sus fronteras, violando sus compromisos internacionales en la lucha contra el terrorismo.
La respuesta oficial del gobierno era esperada este jueves desde tempranas horas de la mañana o al mediodía luego de que el Consejo de Seguridad de la ONU, manifestara la víspera su respaldo a la iniciativa lanzada por el enviado, Lakhdar Brahimi.
La idea es que los contendientes en la crisis siria detengan los enfrentamientos armados como motivo de la festividad musulmana del Eid al-Adha (Sacrificio), lo que según el propio Brahimi, pudiera propiciar un cese permanente de las acciones y comenzar un diálogo para alcanzar una solución política de la crisis.
Durante la reunión del órgano ejecutivo de la ONU, el representante permanente de Rusia, Vitaly Churkin, estimó que en el triunfo de la propuesta, incidirá la voluntad de las partes internas pero, también de aquellos que en el exterior tienen influencia y apoyan logística y financieramente a los grupos opositores.
Sin embargo, hay mucho recelo en el ambiente, dado que algunos grupos armados, sobre todo los relacionados con la red terrorista al-Qaeda, rechazan detener los ataques y atentados, y avanzar a una transición de la violencia al diálogo político, algo en lo que también influyen algunos actores externos, estiman comentaristas políticos.