Entidades benéficas y de investigación alertan sobre los altos niveles de desigualdad social británicos, que superan las estadísticas apreciadas en los más recientes 20 años, mientras esas cotas siguen a la alza.
Algunos entendidos consideran que la muy mencionada brecha entre ricos y pobres en el mundo es superior en estos momentos, sobre todo con afectación para las nuevas generaciones.
Un informe de la entidad Save the Children se sumó a ese criterio, cuando señala que pese a logros en espacios como la mortalidad infantil, remarca actualmente la desigualdad entre grupos económicos.
Uno de sus ejemplos proviene no precisamente de los países más desfavorecidos, sino de los niños pobres en el Reino Unido, que sufren por la recesión, sin comidas calientes regulares o zapatos nuevos.
Aclara el reporte, que el gobierno británico debe hacer énfasis en las ayudas para las familias de menores recursos, y la entidad también reclama que los empleadores paguen un salario mínimo a sus subordinados.
Pese a que el gobierno de Londres declaró oportunamente su intención de erradicar la pobreza infantil, las cifras dicen lo contrario.
Save the Children difundió uno de sus sondeos a más de mil 500 niños entre ocho y 16 años, y a cinco mil padres, en busca de datos sobre los más bajos ingresos en este país.
Esa indagación se apoya en el Instituto de Estudios Fiscales (IFS) que considera a 3,5 millones de niños en la pobreza en el Reino Unido, y alerta sobre el incremento de esos datos en lo sucesivo.
El 61 por ciento de los padres pobres encuestados reconoció un recorte en las comidas de su hogar y el 26 por ciento admitió suprimir una de las comidas del día.
La indagación agrega que el 19 por ciento de los niños pobres falló a alguna excursión escolar por su situación y el 14 por ciento carece de una chaqueta para protegerse del frio en el invierno.
Ese informe, nombrado It Shouldnt Happen Here (no debería pasar acá), indica que existe una conciencia entre los niños de los problemas financieros de sus padres, mientras debían solo ocuparse de sus estudios y el porvenir.
Por demás, el reporte también considera otros males sociales como la violencia doméstica y problemas de salud, y algunos padres reconocieron esa situación como causa de que en algunas ocasiones les hablen a sus hijos en tonos inadecuados.
La Web BBCMundo, reflejó que el departamento gubernamental de Trabajo y Pensiones anotó al 61 por ciento de los niños pobres británicos con padres trabajadores.
Entre los reclamos más urgentes a las autoridades está la de fomentar que los empleadores paguen más del salario mínimo, con la finalidad de resolver las necesidades en los hogares, y por ende de los niños.