Un tramo de la Gran Muralla en Qiaoxi, en la provincia china de Hebei, fue reabierto hoy al público luego de su reparación y reforzamiento después que lluvias torrenciales en agosto pasado la destruyeran.
Según informaron funcionarios del gobierno del distrito de Qiaoxi, el trabajo de reparación de esa sección condujo a la reconstrucción de los 36 metros que habían colapsado por la furia de las aguas y el reforzamiento de otros 73 metros que estaban en condiciones precarias.
La milenaria construcción sufrió los embates de las riadas que bajaron desde las montañas cercanas destruyendo una antigua fortaleza en esta obra monumental china, la única posible de divisar desde el espacio exterior.
Conocido como el de Dajingmen, esta sección de la Gran Muralla fue erigida durante la dinastía Ming (1358-1644) y ha sufrido las inclemencias del tiempo.
Los fenómenos climatológicos han afectado otras reliquias en este país debido y recientemente se reportaron daños en los afectaron el Museo Nacional de Beijing y su similar en la provincia de Gansu.