La directora general de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), Irina Bokova, manifestó su admiración por la diversidad cultural y el valor patrimonial de la ciudad de La Habana, cuya conservación y gestión, en beneficio de su propia población, sirve de modelo a otras ciudades patrimoniales en el mundo.
Así lo consideró durante un encuentro con representantes del cuerpo diplomático, integrantes de la Oficina Regional para América Latina y el Caribe de la Unesco, directivos y especialistas del centro histórico de La Habana Vieja.
“La posición geográfica privilegiada de La Habana le permitió convertirse en una metrópoli abierta, innovadora, diversa, poderosa, donde se mezclaron gente de todas las partes del mundo, dejando su huella y memoria”, precisó.
Igualmente, recordó que la capital cubana fue inscrita en 1982 en la lista de Patrimonio Mundial “por su valor universal excepcional” y aún 30 años después, “no puede haber mayor estímulo que La Habana para reconocer el valor de la cultura y su patrimonio”.
Este viernes, Bokova recorrió varias instalaciones, entre ellas el Palacio del Segundo Cabo, cuyo proyecto de restauración financia la Unión Europea, la Unesco y la Oficina del Historiador de la Ciudad (OHC).
Igualmente, visitó el Castillo de la Real Fuerza, en cuyas rejas quedó inaugurada la exposición itinerante “Sumergente” en la historia, que a través de 30 imágenes de alta resolución muestra las riquezas patrimoniales que se esconden en el fondo del mar.
En ese sentido, la funcionaria destacó la importancia que reviste para la conservación del patrimonio subacuático contar con una Convención que regula esta actividad, y de la cual Cuba es uno de los países firmantes desde su creación en el 2001.
Asimismo, elogió los logros del Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB) de La Habana, entre los que destacó las vacunas terapéuticas para combatir el cáncer y el Heberprot-P, medicamento único de su tipo en el planeta, que se utiliza en el tratamiento del pie diabético.
Finalmente, resaltó la necesidad de lograr un modelo equilibrado y sostenible, donde la cultura juegue un rol importante.
“Entre los nuevos objetivos de la Unesco, para el 2015, deberá incluirse el reconocimiento de la cultura como un elemento clave en el desarrollo social”, aseveró.
Por su parte, la directora de Patrimonio Cultural de la OHC, Raida Mara Suárez, expresó que “la declaratoria de la Unesco resulta un respaldo moral y un compromiso muy fuerte para Cuba, que valora con justicia todo el apoyo brindado por esa organización en este difícil camino”.