«Siria confirma, una vez más, que nunca, bajo ninguna circunstancia, usaría armas químicas contra su propio pueblo, ni siquiera si las tuviera», expresa un comunicado del Ministerio de Relaciones Exteriores sirio, difundido a través de medios locales.
De esta manera, el Gobierno sirio hace frente a las declaraciones de la secretaria de Estado de Estados Unidos, Hillary Clinton, quien amenazó a Damasco con “tomar medidas” en su contra, en caso de la utilización de armas químicas, reseñó Telesur.
Clinton no ofreció detalles “sobre lo que podemos hacer, en caso de que exista evidencia creíble de que (el presidente Bashar) Al Assad recurrirá al uso de armas químicas contra su propio pueblo. Basta con decir que indudablemente estamos pensando en tomar medidas”.
El comunicado también es publicado luego que medios estadounidenses señalaran que Siria trasladó armas químicas y que podría estar preparándolas para su uso.
En una acción similar, en 2003 la Casa Blanca recurrió a la manipulación mediática para hacer creer a la opinión pública sobre la presunta existencia de armas de destrucción masiva en Irak y, pese a demostrarse lo contrario, llevó a cabo la invasión.
Estados Unidos y sus aliados europeos y árabes han manifestado públicamente su apoyo logístico y financiero a los grupos terroristas responsables de la violencia en Siria.
El Gobierno de Al Assad ha demostrado con pruebas la responsabilidad de los mercenarios en los múltiples asesinatos ocurridos en el país con la ayuda extranjera.